Dos legisladores estatales le pidieron al gobernador Edward G. Rendell y al alcalde Michael Nutter que presionen a los casinos Foxwoods y Sugarhouse y a la Comisión de Control de Juegos de Pensilvania para que escojan otro sitio para construir las casas de juego propuestas para la ribera del río Delaware.

Se trata del senador Vincent J. Fumo y del representante Dwight Evans quienes esta semana insistieron en que los casinos deben encontrar otro lugar para ser construidos.

Gary Tuma, vocero del senador Fumo, dijo  a AL DÍA que “el senador Fumo y el representante Evans han enviado una carta al gobernador y al alcalde para que apoyen cambiar la construcción de los casinos”.

“Lo ideal es que los dueños de los casinos decidan moverse voluntariamente porque no hay nada que pueda obligarlos a hacerlo”, dijo.

Agregó que se pueden buscar alternativas legales para provocar la reubicación.

“Algunas partes de la zona en que quieren colocar los casinos son parte de el área de preservación histórica”.

Ambas casas de juego pagaron cerca de $50 millones como parte inicial del proyecto y de la licencia para operar una casa de juegos, informó Tuma.

Hasta el momento nadie ha retrocedido: ni los dueños de los casinos, ni los residentes locales que se oponen a las casas de juego, ni las autoridades que buscan detener las construcciones. 

Pero Fumo y Evans tratarán de pasar una ley que quitaría el derecho a los casinos a estar exentos de pagar impuestos.

Y, eso, según Tuma, “les costaría muchísimo dinero”.