LIVE STREAMING
LaLo Alcaraz speaks to AL DÍA News staff. Photo: Peter Fitzpatrick, AL DÍA News
LaLo Alcaraz speaks to AL DÍA News staff. Photo: Peter Fitzpatrick, AL DÍA News

Activismo en 2D con el caricaturista LaLo Alcaraz

LaLo Alcaraz speaks to AL DÍA News staff.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Luto en Colombia

Piñatas para todos

Un latino en las estrellas

Un verdadero líder hispano

Embajador cultural latino

El G.O.A.T. llega a Fili

In Unison exposición

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

LaLo Alcaraz no es ajeno a la controversia. Con una carrera de más de 22 años en el cómic, ningún tema se ha salvado de su pluma. Desde que el cómic Charlie Hebdo se volvió viral con su campaña Muerto Mouse contra la compañía Walt Disney, sus caricaturas han venido siempre con un mensaje, logrando retar el pensamiento de quienes veían su obra en todas partes. Pero a pesar de este impacto, dice que jamás ha intentado retar a los lectores sino ha intentado darles una vía para confrontar las posturas políticas.

“Creo que cuando empecé quería simplificar los problemas para la gente, pero creo que me dan demasiado crédito. No soy tan inteligente. No creo que logro simplificar los problemas para las masas. Sencillamente sucedió así (…) no estoy dictando ideas en forma de discursos para que lean como un punto de discusión, no es eso. Pero tan sólo el ayudarles a ver las cosas de maneras diferentes y luego ser capaces de argumentar en contra”, dictamina Alcaraz.

Fue entonces cuando Alcaraz se dedicó personalmente al activismo y a ayudar a su comunidad a llegar a la página. “Cuando me di a conocer como caricaturista, fue durante las protestas en Los Ángeles. Yo todavía estaba en la universidad en Berkeley tratando de establecerme en L.A. Participé en las protestas, que eventualmente se transformaron en disturbios. Fue entonces cuando L.A. Weekly me mostró como un cómico sindical, creo que estaban buscando mi perspectiva”, dijo Alcaraz.

Él vio la caricatura como una forma de empoderar las comunidades a las que pertenecía pero con las que ya no protestaba. “Si ellos no se sentían lo suficientemente fuertes como para refutar, yo ondeaba una bandera o una pancarta para decirles que está bien revelarse. Lo que ellos te dicen está mal y estás en tu derecho de estar en desacuerdo”, dijo Alcaraz.

Su trabajo ha servido no sólo como herramienta para el compromiso sino también como símbolo durante las protestas en las que solía estar activo antes del despegue de su carrera. “La gente solía usar mis imágenes en las protestas y en las marchas. Ellos las volvían a dibujar y las explotaban, tomando en cuenta que en aquel momento la tecnología de copiado no estaba tan avanzada. Entonces marchaban con mis imágenes en movilizaciones, protestas, marchas y demostraciones. Y saben que lo mío va sobre derechos en apoyo al inmigrante así que fui reconocido por ello y luego evolucioné, cubriendo todos los tópicos”, dijo el artista.

A pesar de su dedicación al empoderamiento de su comunidad, su incursión en la industria del cómic ha tardado en despegar. Mientras tanto, ha participado tanto en SoulCon como en el Comic Con de San Diego,  acortando la brecha entre lo que se consideraría una industria segregada.

“Tuvimos el primer panel de arte Chicano en el Comic Con de San Diego el año pasado tras 40 años de Comic Con y tan sólo gracias a Logan Heights, que ahora es un ícono nacional, pintando incluso murales Chicanos. Esa área está justo al lado del Comic Con de San Diego, que es una organización sin fines de lucro que registra más de 20 millones de dólares cada año. Y la gente empieza a preguntarse, ‘¿Qué hacen con ese dinero? Ese dinero debería invertirse en la comunidad’. Así que finalmente nos trajeron (la comunidad artística chicana) a hacer un panel en el Comic Con y yo fui parte de ello. Y creo que la gente está empezando a darse cuenta de que deberían ser un poco más abiertos”.

Pero estas invitaciones son frecuentemente la gracia salvadora de antiguos arquitectos. Al desplazarse para hablar en distintas universidades y comic cons alrededor del país, ha logrado conectarse con su audiencia, fuera de los correos llenos de odio que frecuentemente recibe. “La caricatura puede ser una de las profesiones más solitarias. Eres tú y esto”, dice Alcaraz señalando la mesa. “Puedes trabajar desde cualquier sitio. Sin embargo no fui capaz de quedarme en una esquina. Me aburro. Yo estaba destinado a hacer cosas y a ver lugares”.

Ahora, como caricaturista en tránsito, como Alcaraz suele llamarse, el mayor criticismo que recibe por su trabajo es que se está vendiendo. Específicamente con su trabajo en Bordertown para la Fox y Coco, una producción de Pixar para el Día de los Muertos, su trabajo con grandes compañías que tienen historial en crear contenido que la audiencia de Alcaraz podría considerar ofensiva, ha sido controversial en su carrera. Su respuesta a eso es, sin embargo, que “yo no he cambiado, sencillamente he abierto mi alcance”, determinó Alcaraz. “Ellos harán la película conmigo o sin mí, y es mejor que tenga mi input”, dijo Alcaraz refiriéndose a Coco, que se estrena en el 2017.

“Todavía estamos luchando por un asiento en la mesa”, concluyó Alcaraz.

 
ETIQUETAS