El Tribunal Supero decidió confirmar la ley de identificación del elector de Texas, que entrará en vigor para las elecciones de noviembre.

La solicitud de emergencia por parte del Departamento de Justicia de los EE.UU. fue rechazada, lo que condujo a que el estado continuara exigiendo que los electores mostraran ciertas formas de identificación con fotografía para poder votar.

La ley enumera siete formas de identificación aprobadas, que incluyen una licencia para portar arma de forma oculta, mas no una identificación universitaria. Las identificaciones universitarias normalmente son aceptadas en otros estados con leyes similares sobre la identificación del elector.

El Departamento de Justicia y los grupos de derechos civiles argumentaron que la ley controversial es una ley discriminatoria y priva de derechos a 600,000 electores afroamericanos y latinos.

Las tres magistradas de justicia, Sonia Sotomayor, Elena Kaga y Ruth Bader Ginsburg, discreparon.

“La mayor amenaza a la confianza pública en las elecciones, en este caso, es la posibilidad de hacer cumplir una ley intencionalmente discriminatoria, una que probablemente impone un impuesto de votación inconstitucional y arriesga negarle el derecho al voto a cientos de miles de electores elegibles”, escribió Ginsburg en su disentimiento.

En un texto de opinión de 143 páginas escrito por la Juez distrital de los EE.UU. Nelva Gonzales Ramos, la ley fue calificada como “una carga inconstitucional sobre el derecho a votar” y el equivalente a un impuesto de votación.

Días después del dictamen hecho por Ramos, el tribunal de apelaciones del 5to circuito de los EE.UU. puso la decisión de Ramos en espera, indicando que los jueces no pueden cambiar la ley tan cerca del día de las elecciones. En el estado de Texas, la votación anticipada empieza el lunes.