LIVE STREAMING

Tres generaciones separadas por la ley

Espera que el Congresista Luís Gutiérrez escuche su caso y empuje una reforma migratoria para que se unan las familias. 

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Lebanon recauda fondos

Todo sigue igual

'Somos 26'

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

Jazmín Zavala juega con el pequeño Jonathon cuando aún se encontraban en su casa a las afueras de Piladelphia.      

 

Apenas escucha a su hija al otro lado del teléfono, Malena Trejo dice “te quiero” con una voz cortada por un llanto que se aguanta a salir.

Han sido ya cuatro meses desde que su hija Jazmín Zavala dejó el país junto con sus dos hijos luego de un largo proceso de deportación que concluyó con ella marchándose por voluntad propia.

“Mi hija se desesperó de la situación: de que no trabajaba, de que su hijo estaba enfermo, de que tenía que ir a corte, de que le tomaban fotos”, dijo Trejo.

Ante la visita del Congresista Luís Gutiérrez y su gira “Unión de Familias” a Philadelphia este 4 de abril, Trejo le pide al congresista que tome en cuenta su caso.

Gutiérrez llega a Philadelphia a escuchar los testimonios de las familias afectadas por la aplicación de las leyes migratorias.

El congresista del estado de Illinois, de donde el Presidente Barack Obama era senador, espera recoger estas historias y presentárselas al mandatario.

“Tenemos que alzar nuestras voces para que haya una reforma migratoria”, dijo Gutiérrez a AL DÍA.

Y la voz de Trejo sólo puede decir una cosa:

“Ella era mi todo, ella me acompañaba a todas partes, ella vivía conmigo después de su separación, los niños estaban conmigo, ella es mi única niña”, dijo. “Me siento muy mal… muy mal. Porque estando aquí conmigo yo sabía si ella comía, si ella estaba enferma. Y tú te imaginas en México, tan lejos”.

Zavala fue parte de las 19 personas detenidas en una redada migratoria que autoridades federales realizaron en una empresa de limpieza de King of Prussia en agosto del año pasado.

En aquella ocasión AL DÍA reportó sobre la situación de estas personas a las que se les pusieron grilletes electrónicos para ser monitoreados por Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

De todas esas personas que fueron detenidas en Norristown, ninguna queda en la ciudad y son escasos los familiares que unen esas historias con hogares en la región.

Dentro de esas excepciones se encuentra Trejo, quien aún permanece en la zona esperando que haya una oportunidad de que su hija y sus dos nietos regresen.

Las leyes migratorias, Trejo dijo, los han afectado mucho.

“A nosotros nos afectó demasiado porque me quitaron a mi hija y a mis nietos que son ciudadanos de este país”, dijo.

“Lo único que estaba haciendo mi hija era trabajar por sus hijos”, agregó.

Otro problema que ha salido a flote es que sus nietos no se acostumbran a vivir en un país del que poco conocen.

“Los niños están chiquitos y no sabían mucho de lo que pasa aquí, pero en México no tienen nada, no saben nada”, dijo.

Cuando Zavala tomó la decisión de irse, su hijo de cuatro años, John Luis Carmona, no quería hacerlo.

“Le decíamos que habíamos juntado nuestras coras [sic] y las habíamos juntado para que se fuera a pasear”, dijo. “A tres días de que el niño estaba en México me dijo ‘tita, junta tus coras para que me compres un boleto porque me quiero ir contigo. Yo ya no quiero estar aquí’”.

Otro problema es la enfermedad del hijo menor de Jazmín, Jonathon, quien padece de eczema, enfermedad en la piel que le produce inflamaciones y resequedad extrema.

“Aquí en México lo miran feo, me preguntan si su enfermedad es contagiosa”, dijo Zavala, en entrevista telefónica.

“Cuando me dan las citas del médico tengo que viajar tres horas hasta una ciudad cercana porque donde vivo no hay dermatólogo, y en total me gasto unos $100 entre pasajes y las seis medicinas que le recetan”.

Su situación se agrava porque hasta el momento no ha podido encontrar empleo fijo y lo que le pagan es muy poco.

“A veces no me dan trabajo porque tengo niños y cuando encuentro algo, con los $80 o $90 a la semana que gano, pues a veces no puedo y le pido a mi mamá que me ayude”, dijo.

La familia ha pensado ya mandar por los niños para que regresen a su país.

Sin embargo el pensar que Jazmín se quedará sola en México y el costo del viaje son factores que los detienen.

Y es que las aerolíneas no se hacen responsables por niños menores de 8 años y el traer a los pequeños involucraría mandar a un adulto a que los recogiera, situación que aumenta el costo del posible regreso.

“He pensado en regresar con mi familia, llevar a mis hijos de vuelta, pero me da miedo hacerlo”, dijo. “Pero mi hijo mayor no está a gusto aquí y la enfermedad de mi gordito requiere mejor atención”.