LIVE STREAMING

Devolución de niño a su padre divide a EEUU y Brasil

Obama y Lula debieron hablar del tema en la visita a EEUU del presidente brasileño.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

¿Cuáles son las preocupacion

Protección Temporal

La economía está estancada

Buenas noticias empresarios

Adiós a un 'problem solver'

Combatiendo la adicción

Un problema sin vencimiento

Cultura latina dividida

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

En medio de la mayor crisis económica en varias generaciones y dos guerras, los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, debieron hablar de un niño, Sean Goldman, de ocho años, cuyo caso ha empañado la relación entre ambos países.

Goldman está en Brasil desde junio de 2004, cuando su madre brasileña, Bruna Bianchi, se lo llevó en teoría de vacaciones. El padre, el estadounidense David Goldman, los despidió en el aeropuerto.

Sean nunca volvió. Bruna se divorció del marido desde Brasil y se casó allí con su abogado, João Paulo Lins e Silva, que pertenece a una influyente familia de Río de Janeiro.

El año pasado ella murió de complicaciones de parto y el niño vive actualmente con el padrastro, mientras que el padre intenta por todos los medios legales que se le devuelva el niño.

El caso ha empañado la relación entre Estados Unidos y Brasil, y hoy llegó al nivel de mandatarios, que lo abordaron en su encuentro en la Casa Blanca.

En una rueda de prensa posterior, Lula dijo que el asunto está en la justicia federal y que "cualquiera que sea la decisión, el Gobierno la respetará, porque gracias a Dios tenemos en Brasil un poder judicial que tiene autonomía".

Obama, por su parte, "agradeció la posición del Gobierno brasileño de hacer que el caso fuera para la justicia federal", en lugar de la estatal, según explicó Lula. La Casa Blanca no hizo comentarios al respecto.

No obstante, el departamento de Estado ha dejado claro que el Gobierno de Estados Unidos quiere que el niño vuelva.

Mientras, frente a la residencia presidencial un grupo de manifestantes con pancartas y banderas brasileñas en apoyo al padre reclamaba hoy el retorno de Sean.

El caso pasó desapercibido durante años, enterrado entre las miles de historias similares en las que trabaja el departamento de Estado.

No obstante, recientemente ha saltado a la atención nacional después de que medios de prensa de peso se hicieran eco de él.

De ahí pasó a las máximas autoridades del país. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, mencionó el tema a su homólogo brasileño, Celso Amorim, en una reunión preparatoria hace unas semanas del encuentro presidencial de hoy.

El jueves Clinton habló por teléfono con David Goldman, que es capitán de un barco de pesca deportiva por alquiler.

El miércoles, la Cámara de Representantes aprobó una resolución en la que pidió a Brasil "como un asunto de urgencia extrema" el retorno de Sean a Estados Unidos.

David Goldman se ampara en la Convención sobre Secuestros de la Haya, que obliga al retorno de Sean a Estados Unidos para que se determine en las cortes de aquí y no en las brasileñas quién tiene la custodia.

Según una fuente gubernamental, Lula fue puesto al tanto del caso hace unos días de cara a una entrevista que otorgó al diario The Wall Street Journal para hablar sobre su encuentro con Obama en la que el periodista efectivamente le preguntó al respecto.

Mientras que en los últimos meses el apoyo a David Goldman ganaba volumen en Estados Unidos, en Brasil reinaba el silencio, en parte por una orden judicial que limitaba la divulgación del caso.

No obstante, desde el encuentro entre Clinton y Amorim la historia ha saltado a la luz también allí.

Silvana Bianchi, la abuela brasileña del niño, afirmó hoy que el caso es "judicial" y "no de jefes de Estado", en declaraciones al diario Folha de Sao Paulo.

Bianchi, quien estaba junto a su hija en el avión en el que Sean voló a Brasil en el 2004, aseguró que el padre "nunca" visitó al niño porque "no tenía interés" y que "jamás" la familia brasileña le negó autorización para verlo.

Goldman, sin embargo, entró rápidamente en las cortes para recuperar al hijo.

En 2004 un tribunal de Nueva Jersey ordenó la repatriación inmediata del niño y en octubre de 2005 un juez brasileño reconoció que su partida fue "ilegal", pero citó una cláusula en el tratado de La Haya que permite su permanencia en el segundo país si "el niño está integrado en su nuevo entorno".

Goldman dice haber viajado nueve veces al país suramericano en los últimos años, pero sólo logró estar con el niño el mes pasado, gracias a una orden judicial.

Sean le preguntó por qué no había ido a verlo antes, según Goldman.