El Festival Internacional de Cine de Guadalajara anunció hoy que dedicará su vigésima cuarta edición, que se celebrará del 19 al 27 de marzo próximos, a Pedro Infante (1917-1957), el "más querido y recordado" actor del cine mexicano.

El festival presentará, entre otras actividades, una exposición de 40 fotografías familiares y profesionales del actor, algunas de ellas inéditas, en la Explanada de la Universidad de Guadalajara, en el oeste de México, indicó la organización del evento en un comunicado.

Asimismo, se expondrán objetos personales del actor, como los guantes de boxeo que utilizó en el filme "Pepe el Toro", y diversos premios que obtuvo a lo largo de su carrera, los cuales se exhibirán en el Auditorio Telmex y en el teatro Diana de Guadalajara.

La dirección del certamen entregará, además, a la familia de Pedro Infante el premio Mayahuel de Plata, que se otorga en cada edición para reconocer el trabajo de alguna personalidad de la industria cinematográfica.

Nacido en el puerto de Mazatlán (oeste de México), José Pedro Infante Cruz realizó más de 60 películas en la llamada Época de Oro del cine mexicano.

"Pedro Infante no ha muerto, vive en el corazón de cada mexicano que sigue disfrutando con él, con sus personajes, con sus películas", indica la nota.

Infante, quien además, fue uno de los mayores exponentes de la música ranchera mexicana, desde niño despuntó en actividades artísticas, estudió guitarra y canto, y en 1939 se trasladó a Ciudad de México donde comenzó a trabajar en papeles secundarios y como extra.

En 1943 obtuvo su primer papel como protagonista en "Cuando habla el corazón", del director Juan José Segura, a la que siguieron éxitos de taquilla en cintas como "Los tres García" y "¡Vuelven los García!", del realizador Ismael Rodríguez.

Uno de los papeles más recordados de Infante fue el de "Pepe el toro", un pobre carpintero que protagoniza una trilogía de filmes, al final de la cual termina convertido en boxeador.

Su papel en la película "Tizoc", también de Ismael Rodríguez, le hizo ganar el Oso de Plata en el Festival de Berlín en 1957.