El monóxido de carbono es el causante número uno de muerte por envenenamiento. Es precisamente durante el invierno cuando aumenta el número de personas que inhalan este gas sin olor ni color, y que es perjudicial para la salud.

“La mayoría de los casos son el resultado de la mala instalación de los electrodomésticos de gas, el mantener prendidos los motores de gasolina en los garajes, usar las estufas de gas para calentar las casas, o cocinar con carbón dentro de las casas”, dijo Kart Kleinschemidt, médico especialista en toxicología y emergencia de la Universidad UT Southwestern Medical Center.

El monóxido de carbono es un gas venenoso que se produce al quemar algunos combustibles como el carbón, madera, aceite y gas. Estos combustibles se usan a menudo en el invierno para calentar los hogares.

Debido a que el CO no tiene color ni sabor y no es irritante, puede abatir a la persona expuesta sin aviso. Produce debilidad y confusión, privando de esta manera a la persona de la habilidad de buscar ayuda.

El envenenamiento con monóxido de carbono produce síntomas de una enfermedad común como dolor de cabeza, fatiga, dificultad para respirar, nauseas y mareo.

Para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono, nunca queme carbón de leña dentro de la casa, una carpa, vagonetas, camiones, garajes o casa rodante. Tampoco queme carbón de leña en la chimenea de su casa o use horno de gas para calentar su casa –ni siquiera por poco tiempo.

Además asegúrese de revisar cada año los aparatos de aceite y gas, así como las chimeneas y estufas de leña por personal especializado. También tenga una casa un dispositivo de alerta para identificar el monóxido de carbono.

No use herramientas y equipos con motores de gasolina dentro de edificios u otros espacios parcialmente cerrados, a menos que el motor de gasolina pueda colocarse al aire libre y esté alejado de las entradas de aire.

Para mayor información visite: www.cdc.gov/co/es/faqs.htm.