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Obama no convenció a los republicanos

Sin embargo, está optimista sobre el 'Sí' a plan de estímulo.

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La reunión de hoy entre Barack Obama y los congresistas republicanos sobre el plan de estímulo económico obtuvo resultados mixtos y si el presidente de EEUU aseguró que se mantiene optimista sobre la aprobación, sus interlocutores indicaron que seguirán trabajando en una propuesta alternativa.

En un encuentro celebrado a petición del partido opositor, Obama se desplazó hoy al Capitolio para reunirse con los legisladores republicanos, primero con los miembros de la Cámara de Representantes y después con los senadores.

Al término de su reunión con los congresistas, Obama afirmó que tiene una "confianza absoluta" en que el plan de estímulo, que ha definido como la principal prioridad de su Gobierno, acabará aprobado.

Sin embargo, dijo, "la clave ahora mismo es asegurarnos de que dejamos la politiquería reducida al mínimo"

La Cámara tiene previsto someter a votación este miércoles el proyecto, dotado con cerca de 825.000 millones de dólares y que Obama asegura que permitirá crear o evitar que se pierdan entre tres y cuatro millones de empleos.

Tal y como está ahora, aproximadamente un tercio de los fondos se destinarán a recortes de impuestos para las familias de clase media y trabajadora y las pequeñas empresas. Cerca de medio billón de dólares se invertirán en proyectos de infraestructura, educación, nuevas tecnologías y energía.

Los republicanos se muestran escépticos acerca del plan, que consideran que hará poco por estimular la economía y en su lugar despilfarrará el dinero en una serie de proyectos de utilidad poco clara.

"No espero recibir un apoyo al ciento por ciento de mis colegas republicanos pero sí espero que podamos dejar de lado el politiqueo y hacer lo que EEUU necesita", dijo hoy Obama.

El objetivo del presidente es lograr la aprobación del plan en el Congreso para el 16 de febrero.

Dada la amplia mayoría de los demócratas en las dos Cámaras, la aprobación parece asegurada, pero Obama quiere recabar el apoyo republicano para que el proyecto de ley reciba un "sí" clamoroso que le dé impulso para sacar adelante otras prioridades.

Además, quiere poner así de manifiesto su disposición a cumplir sus promesas de campaña sobre el alejamiento de las acerbas divisiones entre partidos que caracterizaron las últimas administraciones.

En una breve rueda de prensa tras la reunión, el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, expresó el agradecimiento de su partido por el gesto del presidente pero indicó que persisten las diferencias.

Sí hay terreno común, matizó, en lo que respecta a los recortes de impuestos, "sólo que nosotros no creemos que sean lo suficientemente amplios".

También lo hay en algunas partidas de gasto, en las que el presidente -aseguró Boehner- admitió "ciertas preocupaciones".

En lo que respecta al gasto, el "número dos" republicano en la Cámara, Eric Cantor, declaró que hay partidas "muy loables en sí mismas pero que no pintan nada en un plan de estímulo que lo que tiene que hacer es centrarse con precisión de bisturí en la creación de empleo".

"Seguiremos perfilando el plan que los republicanos de la Cámara pretendemos presentar", agregó.

Aunque tienen escasas posibilidades de bloquear el plan, los republicanos sí pueden, con su oposición, alargar el proceso de aprobación.

Con su resistencia pretender galvanizar a sus votantes, desmoralizados tras las derrotas en las elecciones de noviembre y poner a prueba tanto a un presidente recién estrenado como el respaldo popular con el que Obama ha llegado al poder.

La pasada noche, la mayor parte de los republicanos en el Senado votó en contra de la confirmación del nombramiento de Timothy Geithner como secretario del Tesoro.

Geithner, sometido a duras críticas por no haber pagado en su día impuestos que debía al fisco de EEUU, recibió finalmente el sí del Senado por 60 votos a favor y 34 en contra. Tan sólo diez republicanos le dieron su respaldo.