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¿Hablan de la raza? relájense, está bien

La discusión entre razas acerca del tema de la raza al parecer se ha vuelto más común, y un poco menos cargada, con el ascenso de Obama al poder.

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Con la llegada de Obama al poder parece que ya es más cómodo hablar de la raza entre personas de varias razas.

Las conversaciones incómodas suelen empezar con algo similar a, "Te pareces a Tiger Woods".

      O, "tu apellido es Rice ¿Eres pariente de Jerry? ¿De Condoleezza?".

      En momentos más audaces, quizá después de unos cuantos tragos en una fiesta de cóctel, un conocido blanco pudiera decirle a George Rice, de 45 años, quien es bi-racial: "No pareces tan negro. Contigo no tengo preocupaciones".

      En lo que Rice ha denominado la "diariedad" de las relaciones raciales, sus propias interacciones con personas blancas pueden ser de falsa formalidad y tensas, incluso cuando no hay un racismo abierto.

      Incluso la esposa de Rice, Becca Knox, de 43 años, quien es blanca, dijo que pese a estar casada con un hombre negro desde hace ya seis años, sigue siendo "una lucha y un proceso en verdad constantes" encontrar una forma cómoda de hablar acerca de la raza con personas de otras razas, particularmente afroestadounidenses, que sea delicada mas no consciente de sí misma, franca pero no ofensiva.

      Sin embargo, a lo largo de los últimos dos meses, tanto Rice como Knox, quien vive en Washington, han quedado bajo la influencia del ligero relajamiento de estos ejemplos de lo que algunos psicólogos describen como "ansiedad interracial" entre negros y blancos. Eso se debe a que ahora existe una forma omnipresente de romper el hielo: Barack Obama.

      "Existe un conducto mucho más accesible a la conversación acerca de la raza si se empieza con Barack Obama", dijo Rice, el director ejecutivo de la Asociación de Funcionarios de Comunicaciones de Seguridad Pública, grupo internacional de profesionales encargados de hacer valer leyes. "En mi experiencia a lo largo de los últimos meses, es más fácil porque empezará con quién es él, las diferencias entre sus padres y lo que tuvo que enfrentar".

      En su único discurso de importancia sobre las relaciones entre razas durante la campaña, durante un furor a causa de declaraciones por parte de su ex pastor, Obama ridiculizó a cualquiera que fuera tan ingenuo de creer que "podemos superar nuestras divisiones raciales en un solo ciclo electoral, o con una sola candidatura". Advirtió que la raza es un elemento en la historia y la vida de Estados Unidos "que, en realidad, nunca hemos resuelto".

      Pero, en la persona de un Presidente electo que es hijo de un padre africano y una madre blanca, Obama efectivamente parece haber inspirado a muchos para que den un paso en el camino hacia mejor relaciones; esto es, una conversación.

      La discusión entre razas acerca del tema de la raza al parecer se ha vuelto más común, y un poco menos cargada, con el ascenso de Obama, a decir de historiadores, psicólogos, sociólogos y otros expertos en relaciones raciales, así como por diversas personas negras y blancas que fueron entrevistadas a lo largo de todo Estados Unidos.

      "Toda esta exposición a este mismo contra-estereotipo afroestadounidense efectivamente ha cambiado –cuando menos temporalmente– lo que está en la punta de la lengua", dijo E. Ashby Plant, psicólogo en la Universidad Estatal de Florida y autor de un nuevo estudio que examina el impacto de Obama sobre las actitudes de personas blancas. "Eso pudiera tener implicaciones de suma importancia".

      En el estudio de Plant, entre la nominación de Obama y su elección, se formularon preguntas a 400 estudiantes universitarios en Wisconsin y Florida, del tipo de: ¿Qué es lo primero que te viene la mente cuando piensas en afroestadounidenses?"

      El estudio, que no fue publicado, encontró que las respuestas revelaban escasa evidencia de parcialidad en contra de los negros, en marcado contraste con muchos estudios previos (incluido uno que Plant llevó a cabo) en los cuales se mostró que casi 80 por ciento de los blancos alberga cierto grado de prejuicio.

      Los sondeos de opinión han captado un optimismo cada vez mayor entre los estadounidenses con respecto al futuro de las relaciones raciales. El día posterior a la elección de Obama, una encuesta de Gallup encontró que 67 por ciento de los estadounidenses creía que, con el tiempo, se alcanzaría una solución a los problemas raciales entre negros y blancos. Gallup dijo que había estado formulando la misma pregunta durante cuatro décadas, y que una encuesta del verano pasado también reflejó un optimismo sustancialmente mayor que en el pasado. Las encuestas no informaron sobre la raza de los encuestados. En julio, un sondeo del diario New York Times y CBS News mostró pronunciadas diferencias entre negros y blancos con respecto a un tema similar: Casi 60 por ciento de los encuestados negros dijo que las relaciones entre razas eran generalmente malas, al tiempo que solamente 34 por ciento de los blancos coincidió.

      Psicólogos y sociólogos han trazado un nexo entre la dosis de ansiedad que se produce en interacciones interraciales y la exposición previa del individuo a la otra raza; un principio normativo para eliminar la segregación fue que podría contribuir a la desintoxicación de las relaciones raciales, al lograr que los blancos se sintieran más cómodos con los negros en la vida diaria.

      Christophe E. Jackson, de 28 años, candidato negro a doctorado en biología por la Universidad de Alabama, en Birmingham, recordó que en el pasado él había sostenido intranquilas conversaciones con estudiantes y colegas blancos acerca de la acción afirmativa. Él creía que muchos blancos pensaban que él tenía una ventaja, y en algunas ocasiones se lo dijeron de manera muy directa. Sin embargo, la campaña y elección de Obama, al parecer, han modificado esas percepciones.

      "Antes de Obama, siempre existió este factor, un médico negro", dijo Jackson. "No obstante, ahora yo voy a ser un facultativo que, casualmente, también es negro. La percepción ha cambiado a eso actualmente, lo cual es en verdad bueno".

      Al mismo tiempo, algunos afroestadounidenses dijeron sentirse escépticos ante la idea que la Presidencia de Obama fuera a eliminar considerablemente la incomodidad entre las razas, o reducir la frecuencia de sus propias interacciones, a veces dolorosas, con blancos. Algunos dijeron que el solo poder de estrella del presidente electo de Estados Unidos, su percepción en cuanto a que él es visto por los blancos como un individuo que trasciende la raza un Michael Jordan o una Oprah Winfrey– haría muy poco por mejorar las relaciones entre las razas.

      "Yo pienso que ellos verán a Obama como la estrella", dijo Gilda Squire, de 39 años, quien es la dueña de una empresa de relaciones públicas en Manhattan. "Eso ya empezó, en mi opinión. Sí, estamos celebrando el suceso histórico y es una gran hazaña, lo entiendo. Pero, en términos de la cotidianeidad, no lo sé".

      "Recuerdo a personas diciendo que Michael Jordan no es realmente negro", agregó Squire. "Es como si Obama superara a la raza. Y esto no significa que Squire, quien vive en la ciudad de Nueva York, no va a tener que lidiar con los problemas del racismo todos los días".