Las autoridades mexicanas descartaron hoy que una falla mecánica provocara el desplome de la aeronave en la que murió el ex ministro de Interior de México, Juan Camilo Mouriño, y defendieron la hipótesis "más seria" de que la turbulencia generada por otro avión que le precedía causó el accidente.

Sin embargo, reconocieron que pudo existir un error humano de parte de los pilotos de la aeronave siniestrada en noviembre pasado.

El accidente causó la muerte a los nueve tripulantes del aparato y a ocho transeúntes que pasaban por la avenida donde se precipitó el jet ejecutivo.

"La hipótesis que puede ser más seria es la turbulencia, pero hay que esperar los resultados (definitivos) de la investigación", sostuvo el director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Gilberto López Meyer, al presentar los últimos avances de las pesquisas.

El funcionario, junto con otras autoridades aeronáuticas, encabezó hoy una visita al hangar en el que se encuentran los restos del avión tipo Learjet 45.

"La posibilidad de que hubiera habido o no errores humanos está en un proceso intermedio, asimismo la posibilidad de un problema de mantenimiento", insistió el funcionario, pero subrayó que no hay ningún indicio de momento "que sugiera una falla mecánica".

Las autoridades esperan que a finales de 2009 se conozcan las conclusiones finales de la investigación, en las que participan desde el primer día expertos internacionales, principalmente de EE.UU. y Reino Unido.

Se presume que, al momento de iniciar su aproximación al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, la pequeña aeronave del ex ministro no guardó la distancia adecuada con un avión de mayor tamaño que la precedía, por lo que fue afectada por la llamada "turbulencia de cola" y se precipitó a tierra.

Sin embargo, las autoridades revelaron en su momento que el piloto de la aeronave carecía de la experiencia necesaria para operar ese tipo de aparatos, y en las grabaciones previas al choque quedó constatado cómo el copiloto tomó el mando del jet sólo instantes antes de caer.

Al respecto, López Meyer aclaró que "la comisión investigadora ni difama, ni perdona, ni absuelve ni nada por el estilo, sino simple y sencillamente saca conclusiones a partir de la evidencia fáctica que se tiene", por lo que no emitirá juicios de valor o de carácter "subjetivo" sobre el desempeño de los pilotos.