La posibilidad de que Alemania acoja a alguno de los detenidos en Guantánamo tras el cierre del penal ordenado por el presidente de EEUU, Barack Obama, es motivo de polémica en el seno del gobierno alemán.

Según informa la versión digital de "Bild", el ministro del Interior Wolfgang Schäuble, y de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, se reunirán en los próximos días para dirimir a quién compete tomar una decisión al respecto.

El socialdemócrata Steinmeier se aprestó antes de que la decisión de clausurar el penal fuera firme a asegurar que Alemania evaluaría la posibilidad de acoger a presos de Guantánamo. Con estas declaraciones despertó la indignación del democristiano Schäuble, que es el competente a la hora de evaluar casos de asilo o acogida.

El portavoz de Interior del grupo parlamentario de la Unión Cristianodemócrata de Angela Merkel y su ala bávara de la CSU, Hans-Peter Uhl, teme, por otra parte, un rifirrafe diplomático con China en caso de que Alemania acogiera a presos de la minoría de los uigures.

Si se tiene en cuenta la indignación que despertó en China el hecho de que la canciller alemana recibiera al Dalai Lama, explicó hoy Hans-Peter Uhl al diario "Handelsblatt", cabe imaginar cómo reaccionaría el gobierno de Pekín en caso de que Alemania acogiera a algún uigur, concluye.

Uhl es una de las voces críticas con Steinmeier, al que acusa de haberse precipitado y arrogado competencias, queriendo decidir en materia de asilo, algo que sólo compete a los ministerios de Interior de Berlín y regionales.