Ahí creció y ahora ahí trabaja.

Sandra Hernández, nativa del vecindaio de Olney, llega a Centro Coreano de Servicios para el Desarrollo Comunitario (KCDSC) después de nueve años de vivir en Puerto Rico, donde trabajó en del Departamento Inmobiliario de la Compañía Subway Island Development.

Hernández es la única Latina que trabaja en KCDSC, y se desempeña ayudando a las personas que están en peligro de perder sus casas, incluyendo a muchos latinos.

Destacó que muchas personas no piden información, y tampoco conocen sus derechos como propietarios o arrendatarios.

“A veces el latino no busca información, no pide más allá”, dijo Hernández.

Agregó que aquellos que no pueden pagar su renta o su hipoteca, no deben dudar en acudir a ella para buscar ayuda.

La mayoría de los clientes que vienen a Hernández no pueden pagar su hipoteca o su renta por haber perdido el tra-bajo, algo que ha aumentado en el último año, según dijo, con el encrudecimiento de la crisis económica.

Quienes hayan recibido la carta “Act 91” de su prestamista, deben acudir lo más pronto posible a una agencia que le proporcione asesoría de vivienda.

“Tan pronto tú recibes la carta tienes que venir, porque entonces tienes 60 días para hacer los trámites”, dijo Hernández. “Entre mas rápido tú vengas mucho mejor es”.

Las personas que estén en proceso de embargo pueden acudir al Programa de Ayuda Hipotecaria en casos de Emergencia para Propietarios de Vivienda (HEMAP).

Este programa estatal proporciona ayuda financiera a las personas que califican, y ha permitido a más 30.000 personas en Pensilvania conservar sus hogares desde el 1984.

Las hipotecas que tienen una tasa de interés muy alta son otro factor que contribuye a que las personas pierdan sus hogares.

Según Hernández, la tasa de interés de una hipoteca no debería subir del 7 por ciento, pero algunos están pagando intereses de 12 por ciento.

“El que esté pagando más tiene el derecho a pedir una rebaja”, dijo. “Si no puedes costear, pues entonces se te ayuda”, dijo Hernández

Las personas que no pueden pagar su renta, también pueden pedir ayuda si es por una razón justificada.

“No esperes a que el landlord te bote”, dijo Hernández, “Hay ayuda, lo que hay es que pedirla”.

Las circunstancias que justifican pedir ayuda con los pagos de renta incluyen el desempleo, una enfermedad o accidente, una muerte en la familia, o un divorcio.

“Hay ayuda para pagar el agua, hay ayuda para pagar la luz, para pagar el gas, no hay una razón para que pierdas tu hogar”, dijo Hernández.