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Suena la campana: Univisión vs. Televisa

Comenzó el juicio más esperado entre las dos grandes empresas de la televisión hispana en EEUU: Univisión y Televisa.

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El juicio más esperado entre las dos
grandes empresas de la televisión hispana, Univisión y Televisa,
comenzó este martes en un tribunal de Los Ángeles y de su resultado depende
cómo será el futuro audiovisual en español en Estados Unidos.

Televisa reclama que Univisión ha violado los términos de un
acuerdo que vence en el año 2017 y por el que la empresa mexicana
suministra en exclusividad su producción de telenovelas.

Univisión considera, por su parte, que ha pagado en exceso a
Televisa y defiende la validez del acuerdo que permite la emisión de
tres horas diarias de telenovelas producidas por la empresa
mexicana.

El juicio presidido por el juez Philip S. Gutiérrez comenzó con
la selección del jurado compuesto por doce personas.

En la selección del jurado se rechazó un candidato que había
nacido en México y se aceptaron tres de origen hispano nacidos en
Estados Unidos.

Está previsto que el juicio se prolongue al menos durante 20 días
antes de que el jurado esté en condiciones de emitir un veredicto y
durante el mismo está previsto que testifiquen los altos ejecutivos
de ambas empresas.

El viernes próximo no habrá juicio a petición del Presidente y
Director General de Operaciones de Univision, Ray Rodríguez, porque
se casa su hija en Miami.

Está previsto que los primeros ejecutivos que testificarán son el
Director Financiero de Univision, Andrew Hobson, y Doug Canwinkle,
vicepresidente y Consejero Legal de la misma empresa.

Tras la selección del jurado y un receso para el almuerzo, el
abogado que representa los intereses de Televisa, Marshall Grossman,
expondrá los argumentos de la empresa presidida por Emilio Azcárraga
Jean que solicita la anulación del acuerdo, considerado enormemente
ventajoso para Univisión.

Este acuerdo que vence en 2017 fue negociado en el año 1992 por
el que fuera presidente de Univisión hasta el año 2006, Jerrold
Perenchio, con Emilio Azcárraga Milmo y el venezolano Gustavo
Cisneros.

Perenchio vendió Univision en 2006 por 12.300 millones de dólares
a un consorcio presidido por Haim Saban y rechazó la oferta
presentada por otro grupo presidido por Azcárraga Jean.

Televisa pretende con la querella romper el contrato que vence en
el año 2017 como consecuencia del supuesto impago de regalías y el
uso inapropiado de contenidos en internet y otros medios.

El abogado de Univision, John Keker, defenderá, por su parte, la
tesis de que Televisa ha cobrado en exceso y que el jurado debe
desestimar la querella de la empresa que preside Azcárraga Jean.

El tema de fondo de la querella presentada por Televisa hace tres
años en un tribunal de Los Ángeles es el reparto de poder en el
mercado audiovisual en español de Estados Unidos que claramente
domina Univision.

Ambas partes han negociado fuera del tribunal durante buena parte
del pasado año sin que llegasen a ningún acuerdo.

La mayoría de analistas del sector audiovisual considera que
Univision tiene mucho más que perder, ya que su situación financiera
es mucho más comprometida que la de Televisa.

La crisis económica que afecta al sector de la publicidad, con
una caída generalizada de los ingresos publicitarios cercana al 20
por ciento, tiene un impacto directo en Univision por la deuda
acumulada.

El consorcio presidido por Saban pagó 12.300 millones de dólares
por la empresa, esto es, 12,5 veces más que los beneficios anuales
de la empresa y su deuda ha aumentado en los dos últimos años
colocando a la empresa en una complicada situación financiera.

Del resultado de la disputa entre ambas empresas depende buena
parte del futuro de Univisión y, en definitiva, la distribución del
control del mercado hispano de medios de comunicación en Estados
Unidos.

Para Univision supondrá un coste adicional muy alto producir las
telenovelas que ahora le suministra Televisa, con lo que empeoraría
su ya delicada situación financiera.

Se calcula que de los 2.100 millones de ingresos de Univisión
alrededor de 500 millones proceden de la publicidad que generan los
programas aportados por Televisa y por los que la empresa de Saban
paga a la de Azcárraga en torno a los 138 millones de dólares
anuales.

En caso de que la querella sea rechazada, Televisa mantiene
diversas opciones para cumplir con su objetivo de entrada en el
mercado de Estados Unidos como sería afianzar sus lazos con
Telemundo, propiedad del canal NBC.

La cadena Univisión acapara más del 70 por ciento de la audiencia
del mercado de televisión en español de Estados Unidos y es
considerada como la mayor empresa hispana de comunicaciones.

Además del canal de televisión, posee una red de cerca de 50
emisoras de radio y el portal de internet que es el de mayor
audiencia en español en Estados Unidos.