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Exilio: Castro traicinó la revolución

Hablan desde afuera de la isla a 50 años de revolución.

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El exilio cubano ha vivido los 50
años de la revolución cubana con la vista puesta constantemente en
La Habana, a la espera de la hora final del castrismo y la
recuperación de la democracia y la libertad en la isla caribeña.

En el cincuenta aniversario de la revolución, las voces del
exilio coinciden en que los principios que la inspiraron, acabar con
la dictadura de Fulgencio Batista y restaurar las libertades, fueron
traicionados por el hombre que personificó esa lucha, Fidel Castro.

El triunfo de la revolución cubana se consumó en enero de 1959,
con la entrada en La Habana de la guerrilla, pero fracasó el anhelo
de ver cumplidos sus ideales.

Muy pronto, Fidel Castro comenzó la liquidación de opositores y
los juicios de depuración de antiguos compañeros de armas que no
estaban dispuestos a comulgar con su sistema totalitario, según
dicen expertos y exiliados.

"Fidel Castro fue un traidor, engañó al pueblo cubano y a sus
compañeros revolucionarios, tomó el camino de la dictadura comunista
y colocó al país en la órbita soviética", afirmó a Efe el periodista
y escritor cubano en el exilio Carlos Alberto Montaner.

En ese sentido, Montaner, uno de los columnistas más influyentes
en América Latina, precisó que el gran anhelo de los cubanos que
apoyaban la revolución era, una vez que se terminase con la
dictadura de Batista, "retomar el camino de la democracia".

Batista renunció el 1 de enero de 1959 y escapó a República
Dominicana con algunos de sus más cercanos colaboradores, pero la
libertades jamás se restauraron en la isla, acotó.

El legado de estos 50 años de revolución y castrismo, prosiguió
Montaner, salta a la vista: "un país en ruinas y una sociedad
descreída que sólo piensa en tratar de sobrevivir o escapar".

Lo peor, según el presidente de la Unión Liberal Cubana, formada
por exiliados y cubanos que viven la Isla, es la "desaparición de
cualquier vestigio de libertad y la destrucción de la esperanza" en
la isla, puso de relieve.

Así, tres generaciones sucesivas de cubanos "han aprendido la
peor lección que puede sufrir una sociedad": "la convicción de que,
hagas lo que hagas, tu vida no va a mejorar".

A la pregunta de qué une a los exiliados por encima del odio a
Fidel Castro, respondió que, más que el odio al líder cubano, "nos
une el dolor de lo compartido", porque, aclaró, "no hay una familiacubana sin presos políticos, fusilados o balseros ahogados tratando
de escapar".

Jaime Schulicki, director del Instituto de Estudios Cubanos yCubano-americanos de la Universidad de Miami (UM), coincidió en que
sólo se puede juzgar los 50 años de la revolución cubana desde la
perspectiva del "sufrimiento del pueblo y la división de la
familia".

Un triste legado, aseguró, que se acompaña de la "destrucción
material de una sociedad en proceso de desarrollo en la década de
1950 y de los valores morales".

Schlulicki y Montaner destacaron que durante estos cincuenta años
de permanencia del castrismo, su resistencia a desaparecer, se debe
al "control absoluto" que ejerce el régimen sobre "los medios, la
educación y la familia".

Se trata de un sistema totalitario, una "jaula perfecta", cuyo
aparato represivo es temido por el pueblo, añadió Schulicki, quien
subrayó que los "cubanos esperan una transición real", no una simple
sucesión en el poder de Fidel Castor a su hermano Raúl.

Si la transición no se produce, vaticinó, "Cuba continuará
hundiéndose económicamente" y se convertirá en el país "más pobre de
la región".

"En Cuba hay una tiranía que ha dividido a la nación, ejecutado a
más de 40.000 personas y encarcelado a otras 250.000", expresó Ramón
Saúl Sánchez, director de Movimiento Democracia, uno de los
principales grupos del exilio en Miami.

"Esa es la revolución cubana, ese es el expediente de larevolución cubana cincuenta años después, con el 20 por ciento de la
población obligado a vivir en el exterior", manifestó.

Sánchez explicó que, con el fin del imperio del derecho en Cuba,
se inició el trágico éxodo de cubanos (cerca de dos millones hasta
la fecha) que ha supuesto, en gran número de casos, la separación
traumática de las familias.

Se mostró especialmente pesimista al valorar el momento actual en
la isla y diagnosticó que en el país se constata una "paulatina
desintegración que se manifiesta en el 'escapismo' y la
descomposición anímica del cubano".

Para Francisco "Pepe" Hernández, presidente de la Fundación
Nacional Cubano Americana (FNCA), la gran tragedia es que "loscubanos no sentimos que Cuba nos pertenece, sentimos que le
pertenece a quienes están completamente de acuerdo con larevolución".

Cincuenta años de revolución han conseguido convertir al pueblocubano "en un pueblo sin una conciencia de proyecto nacional que lo
defina", resaltó Hernández.

Esa es la realidad que vivimos los cubanos, subrayó, el
convencimiento doloroso de que "nuestro futuro está fuera de Cuba,
que las posibilidades de construir nuestro futuro están fuera de la
isla".