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"Narcoviolencia", prueba de fuego de Obama en Latinoamérica

La desbordada violencia en México, donde los narcotraficantes decapitan a sus víctimas incluso a plena luz del día, y la lucha antidrogas en general, serán la…

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La desbordada violencia en México, donde los narcotraficantes decapitan a sus víctimas incluso a plena luz del día, y la lucha antidrogas en general, serán la gran prueba de fuego del Gobierno estadounidense de Barack Obama en América Latina, afirmaron  analistas consultados por Efe.

Por estos días, el presidente electo está enfrascado en la formación de su Gobierno y en la reactivación de la anémica economía, pero su equipo asegura que, tal como prometió durante la contienda, Obama quiere mejorar las relaciones con América Latina.

Fiel a su doctrina de multilateralismo, Obama dijo en un discurso sobre América Latina, en mayo pasado, que EE.UU. debe trabajar conjuntamente con la región para responder a los retos comunes.

Varios grupos de presión y líderes de todo el espectro político le piden que presté más atención a América Latina, ante las consecuencias de la presunta falta de liderazgo de EE.UU. en la región.

Cuando asuma las riendas del poder el próximo 20 de enero, Obama tendrá las manos llenas, con desafíos que van desde la inseguridad ciudadana en México hasta la continuidad del Plan Colombia, así como qué hacer ante la escasa cooperación antidrogas de Venezuela.

Sólo la "narcoviolencia" en México, contra la que el presidente Felipe Calderón ha desplegado sus fuerzas armadas, se ha cobrado la vida de unas 4.500 personas en lo que va del año, entre ellas un periodista que fue asesinado frente a su hija de ocho años.

El Gobierno de EE.UU. informó hoy mismo el desembolso de 400 millones de dólares para la Iniciativa Mérida, un plan de seguridad regional para que México, Centroamérica, Haití y la República Dominicana puedan combatir el narcotráfico y el crimen organizado.

La mayor parte de la ayuda a México incluye equipos de alta tecnología y aviones de vigilancia, helicópteros, asistencia de inteligencia y apoyo para depurar a la fuerza policial.

El presidente del subcomité para Asuntos del Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, Eliot Engel, ha sido clave en el desembolso del total de 465 millones de dólares y en la negociación para la partida del año fiscal 2009 para México.

"Parece que todos los días leo en los diarios sucesos cada vez más espeluznantes sobre la narcoviolencia en México y en la zona fronteriza... el tiempo apremia", dijo el líder demócrata.

Engel ha encargado un extenso estudio a la Oficina de Supervisión del Gobierno (GAO) sobre el trasiego de armas hacia el Sur y espera que sea divulgado en junio de 2009.

Según cálculos de la conservadora Institución Brookings, unas 2.000 armas de fuego entran a México cada año.

El Gobierno de Los Pinos reclama de Washington más acciones contundentes en esa materia, y la región entera se queja de que el voraz apetito de drogas en EE.UU. alimenta el narcotráfico.

Engel, al igual que el propio Obama y otros legisladores, considera que aunque México ha hecho bastante, la lucha antidrogas es una "responsabilidad compartida" y EE.UU. tiene una "obligación moral" en esas lides.

Afirmó que EE.UU. "está listo para revitalizar" la cooperación antinarcóticos con Venezuela y espera continuarla con Ecuador, pese a que la semana pasada el Gobierno de Quito le notificó a EE.UU. que desaloje la base militar en Manta para noviembre de 2009.

Michael Shifter, analista del Diálogo Interamericano, no descartó que México sea "una máxima prioridad de la Administración Obama, especialmente si se propaga la violencia instigada por el narcotráfico".

"Tal vez el Medio Oriente tenga una prioridad estratégica mayor, pero la geopolítica también cuenta mucho...Obama se dará cuenta, más temprano que tarde, que apoyar la Iniciativa Mérida no es lo suficiente para bregar con un problema que amenaza con colmar (la capacidad) del Gobierno mexicano", observó.

"Se hace necesario un replanteamiento serio de la política antidrogas de EE.UU., que ha estado en piloto automático, y a duras penas fue mencionada durante la contienda. Obama y su equipo tienen la responsabilidad de al menos considerar seriamente alternativas a una política que ha sido tan costosa como ineficaz", enfatizó.

Coletta Youngers, de Foreign Policy in Focus, señaló que la frustración con la fallida y prolongada lucha antidrogas ha hecho que América Latina experimente con otras opciones y la Administración Obama debe estudiar políticas "más humanas y más eficaces" dentro y fuera de EE.UU.

El equipo de transición de Obama no quiso comentar sobre un informe encargado por el vicepresidente electo, Joe Biden, que evaluó la eficacia del Plan Colombia y recomendó una redistribución de los fondos.

Sin embargo, una fuente del equipo, que pidió el anonimato, dijo que Obama "mantiene su compromiso con toda la región".