Se sienten frustrados. Se sienten pisoteados. Se sienten acallados.

Ante la posibilidad cada vez más latente de que Foxwoods se instale en el centro comercial The Gallery at Market East, residentes de Chinatown dicen que ese es un negocio que nadie necesita cerca de su casa.

“Si lo vemos desde el lado de bienes raíces, la gente que va a gastar su dinero en los casinos no va a tener para comprar casas. Eso es lo más obvio”, dijo David Lau, vendedor de bienes raíces y ex residente de Chinatown.

Para él es importante luchar contra el casino no sólo porque él creció en este vecindario, sino también por defender a una comunidad entera.

“Estamos tratado de construir una comunidad de familias y mentores para los niños”, dijo. “Pero el juego no es la manera de hacer eso”.

Su preocupación principal es que la comunidad asiática es más proclive a jugar su dinero. “Esta comunidad se deterioraría… no habría gente ahorrando, no habría gente empezando sus negocios, comprando sus casas, iniciando una familia… y si ya tienen una familia, la arruinarían”, dijo.

“Bajo ninguna circunstancia aceptaremos que haya un casino”, dijo David Chin, director ejecutivo de Chinatown Development Corporation (CDC).

Para él, el proceso en el que se aprobaron dos legislaciones para cambiar la zonificación del centro comercial para que pueda usarse como casino ha sido “decepcionante”.

“Creo que se ha dado un trato injusto a la comunidad”, dijo. Durante la audiencia pública y el voto en el Concejo, las quejas insistentes no fueron escuchadas y el proceso continuó.

De acuerdo con CDC, la comunidad de Chinatown cuenta con casi 5.000 residentes, de ellos 1.000 son niños.

Además, Chin indicó que en el área hay tres escuelas, tres iglesias y dos templos budistas.

Desde el punto de vista urbanístico, el casino en The Gallery no es lo más recomendable, indicó Harris Steinberg, de PennPraxis, en especial por la forma en que se ha dictado el proceso.

“Lo que no se ha hecho bien es la discusión pública”, dijo. “Además se tiene que ver al juego en su totalidad. No se está viendo al juego como un asunto de salud pública, sino sólo como un alivio fiscal”.

En el verano PennPraxis, organización de la Universidad de Pensilvania, en su reporte para el desarrollo de la ribera del río Delaware indicó que para que los casinos fueran parte de ese desarrollo tendrían que cambiar su diseño, asegurando que existía mucho conflicto para que esto pasara.

Así, Foxwoods decidió moverse del río y escogió el centro comercial a una cuadra  de Chinatown.

“Estamos en un momento en que la ciudad quiere exponer al mayor número de ciudadanos al juego”, dijo Helen Gym, de Asian Americans United.

Lo crítico de esto, dijo, es que promueven al casino como un lugar en el que las personas podrán jugar de camino al trabajo, a casa, a ver a sus amigos.

“Un lugar así sería devastador para la comunidad”, dijo.

También indicó que se debe tomar en cuenta el factor económico de las comunidades inmigrantes.

“El dólar que se gasta en una comunidad inmigrante viaja de mano en mano dentro de la comunidad”, dijo. “Si quitamos ese dólar de ahí, es dinero que ya no está en la comunidad”.

En varias entrevistas con residentes de dicho vecindario, estos dijeron estar en contra.

Uno de ellos exigió que se le preguntara al alcalde si el quisiera tener el casino a un lado de su casa.

Aunque no respondió a esta pregunta, el portavoz del alcalde, Luke Butler, dijo que el gobierno de la ciudad está tomando en cuenta todas las preocupaciones de la ciudadanía.

“El hecho de que el alcalde haya firmado en ley las dos propuestas para la zonificación sólo quiere decir que el proceso apenas comienza”, dijo.

¿Cree que el alcalde quisiera  un casino al lado a su casa?

“No creo que el alcalde tenga una respuesta para eso”, dijo Butler.

Luego de que Nutter firmara las leyes que permiten a The Gallery at Market East albergar un casino y cambiar el tipo de uso de zona para que se convierta en un centro de entretenimiento, Foxwoods debe presentar proyectos y diseños para su establecimiento, en un  proceso que podría tomarse meses.

Las diversas comunicaciones enviadas a Foxwoods no fueron respondidas hasta el cierre de esta edición.