Tres jóvenes hispanos  son parte del selectivo grupo estudiantil del Instituto de Música Curtis en la ciudad de Filadelfia.

Con una tradición de más de cien años, la escuela de música ha sido casa de artistas hispanos como el tenor peruano Juan Diego Flórez y el pianista cubano Jorge Bolet.

Sólo el 3 por ciento de mil estudiantes que anualmente audicionan de todo del mundo son aceptados con beca completa.

Roberto Díaz , director y primer hispano a cargo en la historia de la institución, dijo que el talento hispano es excepcional.

“Admiro mucho la dedicación y la pasión que tienen los  estudiantes latinos (…) ya sea en un ensamble de música de cámara, ópera o recital , todos ellos demuestran un nivel de interpretación que los hace parte de esta Institución”, explicó Díaz.

Milena Pájaro-van Stadt, de padres colombianos,  siempre soñó con ser parte de Curtis.

“Sabía lo competitivo y difícil que era el ser parte de esta institucion (…). Cuando me aceptaron como estudiante de viola  no lo podía creer”, dijo Pájaro-van Stadt.

Agregó que desde pequeña ha vivido rodeada de música, desde ritmos latinos hasta la música clásica.

“Siento que la riqueza músical que tienen mis raíces latinas   me han ayudado a explorar mi musicalidad y agregarle ese toque de pasión”, explicó Pájaro-van Stadt.

Recién llegado de Ciudad de México y con un  carrera operística  en crecimiento, el tenor mexicano de veinte años, Diego Silva fue seleccionado a cantar en Alemania como una de las jóvenes promesas del canto operístico a nivel mundial.

“Me hace feliz estar en los escenarios, nunca escuché ópera de pequeño, pero cuando descubrí la magia  y la intensidad del Bel Canto decidí encontrar mi destino”, explicó Silva.

Añadio que  México se ha caracterizado por exportar voces operísticas  

“La mayoría de los cantantes de opera salen del país en busca de oportunidades (…). Tenemos tantas voces y hacen falta instituciones y espacios”, dijo Silva.

La violinista argentina Maia Cabeza ingresó a la música a los cuatro años.

Dice que desde que inició sus estudios en el Instituto Curtis sabía que quería ser recitalista y que su sueño “es poder presentar un reciltal en mi país”.

Agregó que la diversidad de Curtis la ha ayudad a convivir con otras culturas y estar orgullosa de su hispanidad.