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Gobierno colombiano e indígenas no logran acuerdos

Sin acuerdos concretos terminó hoy en el Cauca el encuentro entre el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y las comunidades indígenas, que anunciaron que…

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Sin acuerdos concretos terminó este domingo en el Cauca el encuentro entre el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y las comunidades indígenas, que anunciaron que seguirán con las protestas para reclamar sus derechos.

La reunión tenía el propósito de negociar una agenda de cinco puntos propuesta por los aborígenes, en la que se incluían la situación de los Derechos Humanos y la crisis humanitaria que viven los pueblos nativos debido a los desplazamientos originados por el conflicto armado.

El debate y la movilización continúan porque no hay nada claro. "Continuaremos debatiendo", indicó Aida Quilcué, representante del Consejo Regional Indígena del Cauca, a lo que el presidente Uribe dijo que "el Gobierno acepta que continúe el debate".

Uribe, que aceptó que parte de su seguridad personal estuviera a cargo de la Guardia Indígena (que no está armada), dijo que para los aborígenes es mejor tener un gobierno que les diga la verdad, aunque no les guste en muchos aspectos, "pero que no les engañe".

Puntualizó que como presidente de Colombia no podía, por salir del paso, comprometerse "con obligaciones que no se puedan cumplir".

En cuanto a las denuncias de las comunidades indígenas sobre violación de los Derechos Humanos, el presidente pidió al Defensor del Pueblo, Volmar Pérez, que intervenga en la situación y ordenó a la Fiscalía General de la Nación que las investigue.

Uribe remarcó que en su gobierno pasó de hablar del asunto de los Derechos Humanos a defenderlos. "A este gobierno no le tiembla la mano para proteger los Derechos Humanos", puntualizó.

Los indígenas reiteraron su oposición al Tratado de Libre Comercio (TLC), pues a su juicio permitiría la llegada de las multinacionales, que explotarían las riquezas naturales sin contar con ellos.

En cuanto a la solicitud de retirar a la fuerza pública de estos territorios, Uribe insistió en que mientras él sea presidente "no hay un solo sitio de Colombia excluido para la Fuerza Pública".

Enfatizó en que el Gobierno acepta la protesta social, pero ratificó que sin violencia, pues "no vamos a permitir que se bloqueen carreteras".

"No somos terroristas, reclamamos lo que nos pertenece y lo hacemos desde la legalidad, desde el derecho", afirmó Luis Evelsi Andrade, presidente de La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).

Con él coincidió la consejera Aida Quilcué, del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), al defender que la protesta y el levantamiento aborigen son "un ejercicio de la democracia, de la Colombia soberana que hemos soñado".

El escenario del encuentro fue un enclave del pueblo de los paeces que ellos mismos declararon territorio de convivencia, paz y negociación, y al que Uribe aceptó viajar tras el fracaso de la cita que las partes habían previsto para el pasado domingo en Cali, donde se llevó a cabo una marcha de más de 40.000 indígenas.

La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) ha denunciado que en el país han sido asesinados desde agosto de 2002, cuando Uribe llegó al poder por primera vez, al menos 1.253 indígenas y más de 54.000 han sido desplazados de sus predios ancestrales en el mismo período.

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