Cualquiera que sea el caso, el nuevo mandatario tendrá que enfrentar una  grave crisis económica, que obliga cada año a miles de puertorriqueños a emigrar a Estados Unidos, especialmente a Florida. Esta emigración ha sido una constante en las últimas décadas, pero especialmente significativa en los últimos años por una mezcla de crisis económica, política y violencia.

Las diferentes oleadas migratorias han hecho que en EEUU vivan actualmente cuatro millones de puertorriqueños, la misma cantidad que en la isla.

Según un estudio del profesor y doctor de Antropología de la Universidad de Puerto Rico, Jorge Duany, el número de boricuas residentes en Florida aumentó espectacularmente de 1980 a 2007 de 94.775 a 725.724.

Su estudio "La nación en la diáspora: Las múltiples repercusiones de la emigración puertorriqueña a Estados Unidos" indica que otros estados que han visto un notable crecimiento de puertorriqueños son Pensilvania, California, Connecticut, Massachusetts y Ohio.

Nueva York, por su parte, ha dejado de ser el destino primordial. Allí el crecimiento desde 1980 a 2007 fue tan solo de 96.000 personas. Y Florida se mantiene como el principal atractivo muy por delante de Nueva Jersey, Illinois, Connecticut, entre otros.

Además de los cargos por corrupción que enfrenta Acevedo Vilá, la isla ha padecido los desacuerdos entre el gobierno y el Legislativo.

En del  2006 el gobernador tuvo  que  cerrar gran parte de las administraciones públicas debido a los desacuerdos con el Legislativo para encontrar una solución al déficit presupuestario.

Durante 15 días, medio millón de estudiantes puertorriqueños no fueron a clase y el país quedó prácticamente paralizado.

Por otro lado, la isla sigue enfrascada en la discisuón sobre su estatus político. Acevedo Vilá es el líder de los llamados "estadolibristas", defensores de la relación entre EEUU y Puerto Rico como Estado Libre Asociado (ELA).

Esta "es una relación política y económica especial entre Puerto Rico y Estados Unidos, beneficiosa para ambos países, que le permite a Puerto Rico mantener su autonomía fiscal y su identidad cultural a la vez que somos ciudadanos americanos".

Pero el ELA, constituido en 1952, tiene una "agenda inconclusa" que Acevedo Vilá dice que resolvería con una Asamblea Constitucional de Estatus que lleve al "máximo desarrollo de nuestra relación de Estado Libre Asociado con los Estados Unidos".