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Trabajo de familia para los Phillies Latinos

El reconocer la importancia del apoyo de la familia como uno de los factores de su éxito es algo que los cuatro jugadores latinos de los Filis comparten entre…

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“Sin mi familia yo nunca hubiera llegado aquí”, le dijo Romero a un reportero que lo entrevistó en el terreno,

JC Romero apuntó hacia las gradas, gesticuló con sus manos, y tiró varios besos en la dirección de su esposa, durante las celebraciones que ocurrieron en el terreno de juego inmediatamente después de que Carlos Ruiz capturara el último out del último juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y así garantizara el pase de los Phillies a la Serie Mundial.

"Sin mi familia yo nunca hubiera llegado aquí", le dijo Romero a un reportero que lo entrevistó en el terreno, segundos después de que hiciera el gesto.

"Fue un largo recorrido para mí. Lleno de altas y bajas, con Minnesota donde fui a la postemporada varias veces hasta cuando me soltó Boston. Mi familia, especialmente mi esposa, estuvo conmigo todo el tiempo. Ellos son parte de esto", manifestó el relevista puertorriqueño en voz alta para dejarse oír sobre el festejo de sus compañeros.

Los Filis firmaron a Romero en junio del año pasado cuando Boston lo dejó libre. Filadelfia era el cuarto equipo en tres años para Romero. Muchos decían que su carrera estaba en picada y que Filadelfia estaba perdiendo su tiempo con él. Para Romero el golpe de ser soltado por Boston fue fuerte, no sólo porque algunas personas expresaban dudas sobre su habilidad sino también porque pasó de los Medias Rojas, un equipo en rumbo a ganar una Serie Mundial, a los Phillies, un club que no había participado en el Clásico de Otoño desde el 1993.

Romero, sin embargo, aprovechó la oportunidad y resucitó su carrera en Filadelfia. Sin él los Filis no hubiesen llegado a la postemporada el año pasado ni este año. Romero tuvo marca de 4-4, 2.75 en 81 salidas en el 2008.

El reconocer la importancia del apoyo de la familia como uno de los factores de su éxito es algo que los otros tres jugadores latinos de los Filis comparten de lleno con Romero.

Por ejemplo, Greg Dobbs, el único jugador de descendencia peruana en la historia de las Grandes Ligas, tuvo la dicha de que la Serie de Campeonato de la Liga Nacional fuese contra los Dodgers. La mamá de Dobbs es peruana, una limeña, pero Dobbs nació y se crió en Los Ángeles. Sus padres aún viven en Los Ángeles y consecuentemente la serie contra los Dodgers le dio la oportunidad a su familia de participar en el gozo de verlo jugar en la postemporada. "Ellos se merecen esto tanto como yo", dijo Dobbs. "Ellos me apoyaron con mis deseos de jugar béisbol desde que era un niño. Mi mamá y mi papá, ellos fueron los que me llevaron a jugar pequeñas ligas, me ayudaron durante todo el recorrido", explicó el atleta cuyos 22 imparables como emergente durante la temporada estableció una nueva marca en la historia de la franquicia de los Phillies.

Dobbs también tiene la dicha de que su esposa y su hija viven con él en Filadelfia durante la temporada. La hija de Dobbs tiene año y medio y junto a su mamá visita el estadio con frecuencia. Pronto la niñita empezará a caminar, pero Dobbs reconoce que eso no significa que él la pueda traer al camerino después de algunos de los juegos como hacen algunos de sus compañeros de equipo con sus hijos varones. "Mi hija es la luz de mi vida. Trato de integrarla en todo lo que hago. A la vez, reconozco que un camerino no es adecuado para una niñita," le contestó Dobbs a una reportera, durante una rueda de prensa el mes pasado. Dobbs, sin embargo, suele saludar a su esposa y a su hija antes y después de los juegos mientras ellas están en las gradas.

Pedro Feliz, el antesalista dominicano, de los Filis no tiene la dicha de que su familia viva con él en Filadelfia. Feliz comenzó su carrera con los Gigantes de San Francisco y jugó con ellos por ocho temporadas. Este es su primer año vistiendo la franelas de los Phillies. Feliz terminó la temporada como el segundo mejor defensor de la antesala en la Liga Nacional (.974 en promedio de fildeo). El nativo de Azua tiene tres hijas. Ellas ya están en la escuela y junto a su esposa la familia Feliz tiene sus raíces plantadas en la región de San Francisco, California. "No es fácil estar alejados de ellos", confesó Feliz durante la temporada. Feliz, sin embargo, tuvo la dicha de que el itinerario de juegos de los Filis este año le diera la oportunidad de dormir en su propia cama durante la temporada."Tuvimos gira a San Francisco y juegos interligas en Oakland (la ciudad al cruzar una bahía de San Francisco)", explicó Feliz. La familia Feliz llegó a pasar tiempo juntos en Filadelfia durante el receso de verano de la escuela de la niñas.

Para Feliz y su familia, llegar a la Serie Mundial no es nada nuevo. Feliz integró la escuadra de los Gigantes que alcanzó el Clásico de Otoño en el 2002 pero que perdió la Serie ante los Angelinos.

El miembro del cuarteto latino de los Phillies que más distante está de su familia es Carlos Ruiz. El receptor panameño vive sólo en EEUU y toda su familia se encuentra en Ciudad David, Panamá. Ruiz tiene una relación bien estrecha con su mamá. Esta temporada ha sido bien fuerte para Ruiz ya que su mamá ha tenido dificultades con su salud durante el año. "Yo la llamo todos los días. Trato de animarla. Ella es mi mejor amiga", confiesa Ruiz. Es común verlo usando su celular en los túneles del estadio durante el periodo de tiempo entre las prácticas de pre juego y el partido. Los Phillies tienen un póliza de no permitir el uso de celulares en el camerino y Ruiz tiene que inventárselas para hablar con su mamá algunas veces.

Ninguno de los familiares de Ruiz viajó a EEUU para verlo catchear durante los juegos de las primeras dos rondas de la postemporada. "Mi familia está viendo los juegos por TV. Están bien contentos. Hay fiesta en mi casa cada vez que ganamos", declaró el receptor. Ruiz no sabía, al cierre de esta edición,  si algunos de sus familiares podrían hacer el viaje para verlo jugar, en vivo, durante la Serie Mundial.

Romero, Dobbs, Feliz y Ruiz reconocen que sin el apoyo de la familia es bien difícil alcanzar el pináculo de su profesión. Ellos están haciendo todo lo posible para que su familia también goce el recorrido de los Phillies en esta Serie Mundial.

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