Ministros y delegados de 33 países de América Latina y el Caribe se reúnen hoy en Río de Janeiro para preparar la primera cumbre regional que Brasil ha convocado para discutir cómo darle una dimensión continental a la integración.

La primera Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y del Caribe será los días 16 y 17 de diciembre en la ciudad brasileña de Salvador de Bahía, inmediatamente después de la cita semestral de los presidentes del Mercosur, bloque que forman Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

"La Cumbre de Salvador constituirá una iniciativa inédita y una oportunidad singular para que los países de la región discutan, con base en una agenda y perspectivas propias, cuestiones fundamentales referidas a la integración y el desarrollo", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil en una nota.

La agenda de los mandatarios de Latinoamérica y el Caribe en esa cumbre comenzará a ser diseñada por los ministros de Exteriores en la reunión que se celebrará mañana en Río de Janeiro y a la que han confirmado asistencia representantes de 33 países.

Según dijeron a Efe fuentes diplomáticas brasileñas, el principal asunto en la pauta será la búsqueda de mecanismos que permitan fomentar el comercio, la cooperación y el diálogo político entre los distintos bloques que existen en ambas regiones.

El Mercosur y la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) han dado un primer paso con la reciente creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que en el futuro apunta a fundir a ambos bloques en uno.

Un poco más al norte, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana son miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), con el que el Mercosur se propone retomar las discusiones para la creación de una amplia alianza política, comercial, económica y de cooperación.

El bloque centroamericano ya tiene convenios de cooperación con la Comunidad del Caribe (Caricom), que agrupa a Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guayana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.

La intención de Brasil al convocar esta cumbre es tender puentes entre todos los mecanismos de integración que existen en América Latina y el Caribe a fin de "comenzar a construir la verdadera unión latinoamericana", según ha dicho el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, promotor de la iniciativa.

El SICA aprovechará el encuentro en Río de Janeiro para avanzar en esa integración hacia el sur y el próximo martes los cancilleres centroamericanos firmarán con el de Brasil, Celso Amorim, un acuerdo mediante el cual este país se incorporará a ese mecanismo como miembro observador, estatus que ya tienen España, México y Taiwán.

En esa reunión entre el SICA y Brasil también se analizarán otros asuntos de interés mutuo, como la promoción de los biocombustibles y en especial del etanol elaborado con caña de azúcar, del que este país suramericano es el primer productor mundial.

Brasil mantiene programas de cooperación en el área de las energías alternativas con casi todos los países de Centroamérica, una región con una importante producción de caña de azúcar que, en el futuro, podrá ampliarse y volcarse en parte al etanol, con la tecnología que los brasileños desarrollaron hace más de 30 años.