El presidente de EEUU, George W. Bush, declaró ocho municipios puertorriqueños como zona de desastre por los daños causados por las lluvias e inundaciones que provocó una onda tropical la semana pasada a su paso por Puerto Rico.

Así lo anunció  en San Juan el representante del Estado Libre Asociado (ELA) en el Congreso de Washington, Luis Fortuño, quien explicó en un comunicado de prensa que había sido notificado de la decisión de Bush por la Casa Blanca y la Oficina del Director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).

Los ocho municipios incluidos en la declaración y que cualifican para recibir "asistencia individual" por parte de FEMA son Humacao, Guayama, Maunabo, Patillas, Ponce, Salinas, Santa Isabel y Yabucoa, en el sur de la isla.

Con esta declaración los damnificados de esos pueblos pueden solicitar asistencia para alquiler de vivienda, reparación de residencias no cubiertas por seguros, y dinero para reemplazar o construir nuevos hogares y gastos de servicios de atención médica, entre otras.

La declaración de desastre a estos ocho pueblos, que luego fue ampliada a otros ocho, la había solicitado el gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá.

La Administración de Acevedo Vilá se encuentra todavía evaluando los daños en las infraestructuras para solicitar la misma declaración de desastre, pero en lugar de para "asistencia individual", para poder pedir "asistencia pública" para la reparación de carreteras y puentes, entre otros.

Las inundaciones provocadas por las lluvias que dejó la onda tropical causaron la muerte a cinco personas, el cierre de escuelas y carreteras afectadas por deslizamientos de terreno, derrumbes y desplome de puentes y pérdidas en la agricultura por 18 millones de dólares.

Todavía hoy, 43 familias se encuentran en ocho refugios a la espera de que se les repare sus vivienda o se les provean nuevas residencias de protección oficial, informó la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Desastres (AEMEAD).