La comunidad puertorriqueña de Filadelfia  está de luto por el deceso de la activista Hilda Arteaga, quien falleció el pasado 21 de septiembre en su natal Puerto Rico a la edad de 82 años.

Arteaga sirvió durante más de 30 años a la Asociación de Puertorriqueños en Marcha (APM), desde allí atendió a las comunidades latinas más pobres mediante servicios de salud y humanitarios.

Para Juan Soto, líder de la comunidad latina su muerte representa una gran pérdida. “Fuimos amigos por más de 40 años, para mí es como parte de mi familia. Ella enfrentó muchos retos en todos los aspectos, desde meterse hasta la oficina del alcalde para protestar por los derechos de la comunidad, hasta criar a una hija con problemas de retraso ella sola”, recordó Soto.

La activista, jubilada del Departamento de aguas de Filadelfia, sufría de Alzheimer y cáncer, por esa razón se mudó a Puerto Rico en donde vivió los dos últimos años.

“Una gran persona y una excelente la madre, la comunidad tiene mucho que agradecerle a una de las primeras mujeres activistas en la historia”, afirmó Soto.