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Aumentan los casos de niños autistas en Estados Unidos

El autismo es una de las enfermedades para las que la ciencia aún no tiene cura. Actualmente existen cerca de 7.000 padecimientos sin explicación científica.

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En el año 2007, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) hicieron público un informe que preocupó a muchas personas en todo el país. El reporte, que analizó el predominio del autismo en los EEUU, concluyó que las cifras de casos de autismo están incrementándose, afectando a 1 de cada 150 niños estadounidenses.

Tales cifras equivalen a que cerca de 1,5 millones de estadounidenses padecen en la actualidad de alguna forma de autismo, convirtiendo al mismo en uno de los más comunes de los Trastornos Profundos del Desarrollo, caracterizados por incapacidad  profunda en varias áreas de desarrollo.

En la medida que el autismo atrae más atención y preocupación pública, el deseo de comprender la enfermedad también sigue aumentando.

¿Qué es el autismo?

El autismo es un trastorno neurológico que afecta ciertas funciones del cerebro, como el desarrollo de destrezas de comunicación y áreas de interacción social. Según la Sociedad de Autismo de los EEUU (ASA), el trastorno aparece en los primeros años de vida.

Las conductas asociadas con el autismo no están presentes necesariamente en la infancia, pero por lo general se hacen obvias en las etapas tempranas de la misma (desde los 24 mes-es a los 6 años).

Según el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD), las cinco conductas siguientes necesitan una evaluación más intensa que la visita típica a la consulta de un niño normal:

  • No murmura ni balbucea a los 12 meses
  • No gesticula (mueve las manos, apunta o trata de agarrar algo) a los 12 meses
  • No dice palabras sencillas a los 16 meses
  • No dice frases de dos palabras por sí solo a los 24 meses
  • Pérdida de destrezas de lenguaje o sociales a cualquier edad

Aunque ninguno de estos síntomas garantiza que el niño padece de
autismo, en caso de presentarse cualquiera de éstos, es importante
realizar una evaluación más profunda por parte de un equipo de médicos.
Los padres deben considerar la consulta a un neurólogo, psicólogo,
pediatra del desarrollo, y a un logopeda/foniatra.

¿Cuál es la causa?

Los investigadores no han determinado la causa del autismo. Las tomografías cerebrales muestran diferencias en la forma y estructura cerebral en niños con autismo, en comparación con el niño neuro-típico, y se ha aceptado que el autismo es resultado de estas anormalidades en estructura y funcionamiento.

En lo que respecta a las causas de tales anomalías, se sigue investigando para determinar las posibilidades. Una teoría que está ganando terreno se relaciona con la vulnerabilidad genética al autismo, que tiende a ser más frecuente en personas con ciertos trastornos de salud, como síndrome congénito de rubéola, síndrome de X Frágil y esclerosis.

Los estudios también han indicado que algunos factores medioambientales podrían estar contribuyendo al aumento del autismo.

Los niños que pudieran ser especialmente vulnerables, pues padecen de los trastornos genéticos mencionados, confrontan dificultades para metabolizar y eliminar el mercurio, lo cual les haría más susceptibles a padecer autismo.

¿Qué pueden hacer los padres?

Varios estudios indican que mientras más joven es el cerebro, cuenta con mayor flexibilidad, lo cual facilita que las técnicas de intervención sean más efectivas en la medida de la precocidad de la detección de los síntomas.

Para obtener más información acerca del autismo, y para localizar la filial de ASA más cercana, visita el sitio Web de la Sociedad de Autismo de los Estados Unidos, www.autismsociety.org.

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