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La brasileña Maggi alcanza la gloria olímpica

Maurren Maggi: "sabía que Pekín me reservaba algo bueno".

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La saltadora brasileña Maurren Maggi, oro olímpico en longitud, dijo hoy que sabía que Pekín le reservaba algo bueno porque la capital china siempre le dio suerte.

En una ruade de prensa en la Casa de Brasil, la campeona olímpica recordó que había competido en Pekín en 2001, cuando fue campeona universitaria después de ganar a la favorita local.

Con su oro, Maurren se convirtió en la primera brasileña que conquista el metal dorado olímpico en pruebas individuales y la primera medallista del atletismo femenino de su país.

Maurren es consciente de que el éxito supondrá un giro en su vida personal y profesional después de los momentos difíciles que ha vivido desde Sydney cuando sufrió una lesión y terminó en el puesto 25.

En 2003, en vísperas del Panamericano de Santo Domingo, dio positivo en una prueba antidopaje a causa de una pomada para cauterizar heridas y fue excluida de dichos Juegos y de los Olímpicos de Atenas 2004.

Después de dos años apartada del deporte y de separarse del marido, la atleta confesó que tenía mucha dudas cuando retornó a la competición. "Cuando regresé a las pistas en 2006, no sabía si iba a poder saltar los 6 metros".

"Lo que me hizo regresar fue la voluntad de sentir esa alegría única de hacer lo que me gusta. Hice deporte toda mi vida y es lo único que se hacer mejor. La gente se olvida de las dificultades cuando gana una medalla, sólo tiene alegría. Este momento es el mejor de mi vida", dijo.

Maurren fue oro en los Panamericanos de Río de 2007 y plata en el Mundial de Valencia en el mismo año.

"Nadie olvida el pasado, pero aprende de él. Nada más justo que una medalla de oro para compensar todo lo que pase. Pasar la página de forma correcta es muy gratificante, ni yo me lo creo", añadió la saltadora, que dedicó la victoria a su hija Sophia, al pueblo brasileño y a la afición china que, según precisó, participó en la fiesta el día del título.

La campeona olímpica también recordó con cariño el apoyo que recibió de otros atletas brasileños, en especial del gimnasta Diego Hypólito, que le dijo que iba a lograr la medalla que él no pudo (se cayo en el ejercicio de suelo).

Maurren recibe entrenamiento de los técnicos Nélio Moura e Tânia de Paula Moura, a quien llama cariñosamente "mi pata de conejo". Moura también fue el responsable de la victoria olímpica del saltador panameño Irving Saladino, que vive y entrena desde hace cuatro años en Sao Paulo.

En la prueba en el estadio olímpico del "Nido de Pájaro", Maurren demostró estar en plena forma al ganar el oro con su primer salto (7,04 metros). Plata con un centímetro menos de salto fue la rusa Tatyana Lebeveda, la defensora del título, y bronce la nigeriana Blessing Okagbare, que hizo la mejor marca de su carrera, con 6,91 metros.

Keila Costa, la otra finalista brasileña, se clasificó undécima, con 6,43.

Maurren superó a la judoca Ketleyn Quadros, que la pasada semana abrió el medallero de Brasil con un bronce y se convirtió en la primera mujer en conseguir medallas en competiciones individuales para su país en Juegos Olímpicos.

Maurren Maggi, que ya piensa en competir en Londres 2012, será la abanderada de Brasil en la ceremonia de clausura de los Juegos de Pekín mañana, domingo.

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