LIVE STREAMING

"Surgimos de la misma tierra"

La presencia africana en México es desconocida y quizás hasta...

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Lebanon recauda fondos

Todo sigue igual

'Somos 26'

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

La exhibición presenta las contribuciones de los afro-mexicanos a la economía y cultura de México.

La presencia africana en México es desconocida y quizás hasta ignorada.
Para sacarla a la luz, el Museo de Arte Afro-americano de Filadelfia presenta “Presencia africana en México: De Yanga al Presente”, que explora las contribuciones de la diáspora africana en el país.

Compuesta por cerca de 100 piezas —entre pinturas, esculturas, instrumentos y fotografías— la muestra detalla la huella afro-mexicana desde el siglo XVIII hasta el presente y explica cómo sobresalieron los inmigrantes africanos en las comunidades en que se establecieron.

“La población afro-mexicana no se reconoce como raza indígena o mexicana. La policía detiene a los afro-mexicanos al confundirlos con inmigrantes, ya que la misma policía mexicana no reconoce que hay mexicanos negros. Las relaciones entre las dos culturas se intensifican porque ambas están trabajando y luchando por los mismos recursos”, dijo Sagrario Cruz-Carretera, antropóloga y curadora del Museo de Bellas Artes Mexicanas en Chicago.

La exhibición “expone las percepciones de los afro mexicanos y trata de eliminar estereotipos o ideas falsas”, dijo. Presenta la convivencia entre los indígenas de México y los africanos, de cómo ellos lograron la libertad 33 años antes de la abolición de la esclavitud en EEUU y crearon las primeras comunidades para esclavos libres.

La migración de afro-americanos hacia México ocurrió en el siglo XVIII en busca de la libertad.

Fue durante el siglo XIX que algunos afro-americanos colaboraron con la tribu seminole del sureste de EEUU, pero al ser vencidos por las tropas estadounidenses huyeron hacia México.

Luego, el gobierno mexicano otorgó tierras en el estado de Coahuila, en el norte de México, a los seminoles negros por su ayuda en la protección de la frontera mexicana. Hoy muchas comunidades afro-mexicanas están en Veracruz y la Costa Chica, en la frontera entre Oaxaca y Guerrero.

La muestra evidencia que hubo mineros afro-mexicanos en Guanajuato, ciudad colonial que floreció gracias a esta  industria. Actualmente las comunidades afro-mexicanas en EEUU están en Chicago, Pensilvania y las dos Carolinas.
 “Estas comunidades fueron forzadas a migrar después del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (NAFTA), cuando bajo drásticamente el mercado del azúcar”, dijo Cruz-Carretera.

Sobre la tensión entre los afroamericanos y los latinos, Richard Watson, curador del museo de Arte Afro-americano, dijo que ambas comparten más de lo que creen.

“Tenemos que aprender cómo avanzar juntos”, dijo Watson. “Surgimos de la misma tierra y somos humanos. Tenemos que deshacernos de la división racial y trabajar juntos. Espero que venga la comunidad hispana al museo para que se den cuenta de su pasado y para establecer mejores relaciones entre las dos comunidades”.

La antropóloga dijo que para algunos mexicanos es muy difícil aceptar que uno tiene tatarabuelos africanos. Recordó cuando fue a Cuba para buscar a su abuela porque le habían dicho que ella era cubana.

“Yo anduve por toda Cuba y nunca la encontré. Esto me lo dijeron porque no quisieron decirme ni aceptar que mi abuela era de África”, dijo. “Nadie quiere una abuela negra en el clóset”.

Carlos Tortolero, presidente y curador del Museo de Bellas Artes Mexicanas de Chicago, dijo que esta exhibición es sólo la punta del iceberg de la historia de los afro-mexicanos.

“He notado que cuando exponemos esta exhibición, a los jóvenes les interesa más que a los adultos. Como que la gente de la tercera edad todavía no lo quiere aceptar”, dijo. “Quiero que la comunidad hispana conozca, acepte y tome orgullo de su historia. Esto hace a México más rico, interesante y más que nada, humano”.

Además, explicó la compleja relación entre los afro-americanos y mexicanos en EEUU: “Somos dos comunidades que no somos ni amigos ni enemigos. Trabajamos juntos, pero nunca socializamos y tenemos un pasado común que no se reconoce”.

“Si uno conoce su pasado conocerá el presente y su futuro”, agregó Cruz-Carretera.

“Queremos reeducar a la raza, cambiar la idea de que blanco es sinónimo de belleza. Queremos presentar la realidad de que no sólo fueron dos culturas las que construyeron México y aceptar las influencias africanas en nuestra cultura”, dijo.

Enrique Ruiz Sánchez, cónsul de México en Filadelfia, dijo que le da mucho gusto poder conectar su patrimonio mexicano con la comunidad afro- americana porque eso une las dos comunidades.

“En momentos como este, hay que ver y explotar las cosas que tenemos en común. No se debe de ver solo la superficie”.

La antropóloga además listó pueblos por todo México que tienen nombres africanos como Mandiga, Mozambique, Congo, Lizamba, Matamba y Locombo.  La influencia africana también se puede ver en la música. Instrumentos que se consideran típicos de México como la jarana, el bote, la marimba y la quijada de caballo tienen su origen en África.

De acuerdo con un relato histórico que cita la exhibición, un líder seminole dijo,  “cuando huimos de la esclavitud México era una tierra de libertad y los mexicanos nos recibieron con los brazos abiertos”.

“En México el color es divisivo, tratamos mal a los indígenas y si les decimos que también tienen sangre africana no lo quieren oír, pero hay que considerar que este país fue uno de los primeros países que le dio la libertad a los esclavos africanos”, dijo Tortolero.

La exposición se ha presentado en Monterrey y Veracruz, en México, y  en  Alburquerque, Chicago y Los Ángeles, en EEUU. Después Filadelfia, irá a San Antonio.

La exhibición “Presencia Africana en México: de Yanga al Presente” estará en la ciudad hasta el 25 de octubre. La entrada cuesta $8 para adultos y $6 para niños y ancianos.

Para más información llame al 215 574 0380 o visite www.aampmuseum.org.

00:00 / 00:00
Ads destiny link