"Hace aproximadamente tres años mi esposo y yo nos vimos envueltos en problemas personales y tuvimos que solicitar un refinanciamiento de la casa. El problema fue que firmamos un contrato con una tasa de interés ajustable (adjustable rate mortage ARM), cosa que en realidad no entendíamos", comentó Karla López, quien pidió que no se revelara su nombre verdadero.

Ella y su familia estuvieron a punto de perder su casa localizada en el sur de Filadelfia y en donde ha vivido los últimos 40 años.

De acuerdo con la reserva federal una tasa de interés ajustable cambia periódicamente, en relación a un índice, y  es así como los pagos pueden variar.
Para López esta tasa fue un gran problema ya que al principio comenzó pagando $1.400 mensuales y de pronto sus pagos subieron hasta $2.200.

"Era demasiado dinero y llegó un momento en el que ya no me podía poner al corriente con mis pagos", aseguró.

En ese momento empezó a recibir cartas, las cuales no leía por miedo y frustración de no entender lo que estaba pasando.

"Yo tenía miedo y vergüenza, no me sentía a gusto de platicar de mis problemas con nadie más, pero la verdad ni siquiera podía dormir bien", comentó.

Y es que para López el hecho de pensar que podía perder la casa en donde vio nacer a sus hijos y crecer hasta convertirse en profesionales le parecía una pesadilla.

Hasta que un día no le recibieron el pago debido a la tardanza y le anunciaron que la iban a embargar.

"Yo estaba a punto de darme por vencida, estaba deprimida, hasta que me contacte con la Asociación Hispana de Contratistas y Empresarios (HACE) y Maribel, la persona que nos ayudó, me dio ánimos y nos rescató, no tengo cómo agradecerle", dijo López.

"Primero se contactó con las personas de la hipoteca, habló con ellos y nos consiguió un abogado gratuito, fuimos a corte y peleamos. Al final pudimos arreglar una tasa de interés fija (fix rate mortage), nuestros pagos quedaron en $1.800 y ese pago ya no va a subir, aparte que los intereses bajaron de 11,5 por ciento a 7,1 por ciento", añadió López.

HACE es una organización sin fines de lucro creada en 1992 y cuya misión es asesorar y ayudar a la comunidad latina de Filadelfia en cuestiones de vivienda, así como proveer a la gente con información acerca de créditos, oportunidades de casas y consejos para prevenir embargos.

Los servicios que proporciona esta organización son gratitos. "yo no le pague ni un penny a HACE o al abogado", mencionó López.

"Si yo me entero de que alguien que conozco está en esta situación, lo primero que le voy a decir es que vaya corriendo a esta organización", aseguró López.