Los maratones son carreras de paciencia para Katia Jiménez.

Con 16 años cumplidos, esta joven de origen mexicano sabe lo que quiere, sabe lo que ha hecho, pero poco le gusta hablar de eso.

Apenas en noviembre pasado corrió la maratón de Filadelfia. Su tiempo: 5 horas y 20 minutos.

"Lo gratificante fue haber terminado la competencia", dijo. "No mucha gente de mi edad lo hace".

Segura de que este noviembre volverá a participar, esta joven hispana del sur de Filadelfia se prepara no sólo para correr, sino para salir adelante.

Con la mente en estudiar en una escuela como Stanford (California), Jiménez traza su plan a futuro con pequeños logros que la hacen sentirse segura de lo que quiere hacer.

"Quiero estudiar Economía porque quiero saber cómo manejar mi dinero", dijo. "Si uno ve la situación de la economía en este momento, se nota que mucho de esto pasó porque la gente es ignorante de cómo manejar sus finanzas y yo no quiero ser así".

Parte de ese camino a Stanford, o cualquier otro lugar, es lo que ha hecho que Jiménez participe en actividades extracurriculares como el concurso del Grupo Elite, del Grupo de Apoderamiento del norte de Filadelfia, para jóvenes emprendedores.

Jiménez participó dentro de un grupo que representaba a su escuela, Academy at Palumbo, y obtuvo el tercer lugar.

Su proyecto, Kiddie Katering, fue una empresa que realiza fiestas para niños en el vecindario.

En total, ocho equipos participaron y sólo se entregaron premios a los primeros tres.

"Queríamos hacer algo que atendiera las necesidades de los niños del vecindario porque nosotros que crecemos aquí sabemos que no es el mejor lugar para el desarrollo de los pequeños", dijo.

La competición tuvo lugar el pasado 28 de mayo en la escuela de negocios de la Universidad Temple.

Cada equipo fue calificado en el desarrollo del plan que se presentó ante un panel de jueces.

"Ganamos $2.500 por planear el negocio", dijo. "Me siento afortunada de haber sido parte del equipo que lo logró, aunque hubiera sido grandioso ganar".
Modesta y un poco introvertida, Jiménez dijo que sus papás no sabían el resultado de la competencia.

"Creo que ahora ya lo van a saber, aunque no me sentí muy cómoda diciéndoles. Yo sé que eso los habría puesto muy contentos", dijo.

Nacida en México, esta joven llama a Filadelfia su hogar aunque guarda las memorias de la casa de su abuela en el puerto de Acapulco, en el sureste de México.

"Aquí crecí, esta es mi casa", dijo. "No he regresado a México. No puedo. Sólo recuerdo el estar en casa de mi abuela".