Su único consejo: "¡Que no los atrapen!".

Sin embargo, esa
no fue la única conclusión que Alexander Centeno, del norte de
Filadelfia, sacó tras ser aprehendido por la Policía después de rayar
la pared de un negocio.

"De haber sabido todo lo que iba a pasar después de que me agarró la Policía, no pensaría en volver a hacerlo", dijo.

Centeno,
de 17 años, se salvó de obtener un récord criminal y enfrentar el
sistema de justicia juvenil al hacer varias horas de servicio
comunitariopintando un mural.

El castigo estuvo a cargo del
Panel de Ayuda Juvenil (Youth Aid Panel) de la oficina de la
Procuradora de Distrito, Lynn Abraham.

Este programa, que
atiende a un gran número de los casi de 10.000 menores que entran al
sistema de justicia juvenil en la ciudad, funciona a través de
voluntarios que trabajan con los jóvenes infractores en las labores
comunitarias.

Con Centeno trabajó la doctora Francine Fulton,
directora de la escuela charter Imani Education Circle, en el área de
Germantown.

"Conocí a Alexander a través del programa y
cuando supe por qué había sido detenido, me acordé de la pared vacía
que tenía en mi escuela", dijo.

Con la ayuda de Morris Jones,
quien en el pasado había pintado grafitos, Centeno realizó un mural en
la pared de la escuela en el que se muestran a diversos inventores
afro-americanos.

"Fueron personas que a pesar de todas la
barreras se las ingeniaron para crear cosas muy útiles", dijo Centeno.
"Con este mural quisiera que los niños se inspiraran a seguir adelante
en lo que quieran hacer".

Pero advirtió: "Sólo que no quieran
rayar las paredes porque eso lo hace uno sólo para quedar bien con
ellos (el resto del grupo de amigos), pero cuando te detienen ellos no
están ahí para ayudarte", dijo. "Si tienes que escribir tu nombre en
las paredes para que te conozcan, entonces no son tus amigos".