Los cuidados que el pequeño Jaziel González requiere son especiales.
A sus 9 años, este niño del norte de Filadelfia debió ser internado en
un hospital psiquiátrico, pero días después su mamá tuvo que sacarlo de
allí acompañada de la Policía.

"Me pegó, me azotó contra la
pared y dijo que no le dijera nada a nadie porque iba hacer que me
quitaran las visitas de mi mamá y me iba a volver a dar (golpes)", dijo
el menor en referencia a lo que presuntamente le ocurrió en el interior
del Belmont Center for Comprehensive Treatment a manos de uno de los
empleados del lugar que fue simplemente identificado como "Shawn".

Su
madre, Iris Montañez, de 35 años, dijo que internó a Jaziel porque
había sufrido de una depresión severa producto de sus padecimientos y
la muerte de uno de sus gatitos.

Tras una semana en la que el
niño parecía haber estado tranquilo dentro del centro psiquiátrico, y
justo al día siguiente de los supuestos hechos, Montañez fue a visitar
a su hijo y notó algo extraño en él.

"Estaba callado, con la
mirada abajo, y así no es él", dijo. "Le pregunté qué le pasaba y me
dijo 'mami, no te puedo decir, me tienen amenazado'".

Montañez
afirmó que poco a poco logró extraer la versión del menor que además le
mostró las marcas que el presunto ataque dejaron en su cuerpo.

"Con
la cámara de mi teléfono celular tomé fotos en donde lo habían
golpeado. Él sufre de un padecimiento en la sangre que dificulta la
coagulación de la sangre y es peligroso que le hagan este tipo de
ataques", dijo. Las fotos muestran presuntos golpes en el mentón, un
brazo y en un hombro.

Al día siguiente de haber visitado a su
hijo, el 30 de marzo, la madre acudió al hospital para sacar a su hijo
acompañada de un policía. "Se molestaron conmigo, me insultaron y
dijeron que yo no podía ir al hospital con la Policía", dijo.

Además,
Montañez indicó que su hijo padece déficit de atención, hiperactividad
y un padecimiento conocido como "Desorden Desafiante de Oppositional".

Este
último síndrome se caracteriza por presentar una actitud desafiante
ante las figuras de autoridad, hecho que hace al muchacho iracundo,
como su misma madre indicó.

Ahora el pequeño Jaziel sólo quiere que "ese hombre vaya a la cárcel para que no haga lo mismo a otros niños".

Una
portavoz de del Departamento de Servicios Humanos (DHS), entidad que
fue informada del hecho, declinó comentar sobre el caso.

"No hablamos sobre casos que aún se encuentran abiertos por razones de confidencialidad", dijo la vocera Alycia Whitaker.

Montañez
indicó que contrató al abogado Warren Siegel, quien analiza el
procedimiento legal a seguir. La oficina de Siegel afirmó que por ahora
notificó al hospital de su representación legal.

Sin comentarios

La
Red para la Salud Albert Einstein (AEHN), a la cual pertenece Belmont
Center for Comprehensive Treatment, declinó dar comentarios acerca del
caso.

"No podemos dar comentario alguno basados en la ley de
Pensilvania, así como en las leyes federales pertinentes a la
confidencialidad de los pacientes", dijo Alexis Moore, portavoz de AEHN.

Información
proporcionada por el Departamento para el Bienestar Público de
Pensilvania (PDPW), el cual regula las actividades de este tipo de
centros de atención, indicó que en los años que Belmont ha ostentado la
licencia del estado no se ha reportado incidente alguno.

"Con
Belmont hemos tenido una excelente relación. Pero cuando si alguien
presenta una queja en contra de cualquiera de las instituciones
realizamos una investigación", dijo Stacey Witalec, portavoz del PDPW.