Trump vs. Jong-un: guerra de ladridos
Entre cruces de insultos, Donald Trump y Kim Jong-un hacen malabares con la estabilidad internacional.
Como si de perros rabiosos se tratara, los mandatarios estadounidense y norcoreano han vuelto a protagonizar un intercambio de insultos y amenazas dignos de patio de preescolar.
El problema con este tipo de desencuentros es que, históricamente, nunca suelen acabar bien.
Después de que Donald Trump encabezara una campaña contra el régimen de Kim Jong-un en la Asamblea General de la ONU, en la que amenazó sin mediaciones en “destruir totalmente” a Corea del Norte, el líder de ese país no se quedó de brazos cruzados.
Con una declaración en primera persona – algo nunca antes visto - y con un tono igual de amenazador, el “máximo líder” de Corea del Norte sentenció que “con seguridad voy a domar con fuego al desequilibrado y viejo loco de Estados Unidos”.
Sin una gota de cinismo, el líder norcoreano aseguró que los comentarios del presidente estadounidense en su contra eran dignos de “un comportamiento de alguien mentalmente trastornado”.
Horas después, el ministro de exteriores de Corea del Norte, Ri Yong-Ho – quien se encontraba en Nueva York para la Asamblea General – respondió ante la prensa que “esto podría significar la más poderosa prueba de una bomba de hidrógeno en el Océano Pacífico”.
CONTENIDO RELACIONADO
Tal prueba ha puesto en alerta al ministro de defensa japonés, Itsunori Onodera, quien ha asegurado que su país deberá prepararse para la repentina escalada de tensiones en la región, según reportó CNN.
Onodera no está muy lejos en sus predicciones.
Aunque su discurso se mantenga en los medios, Trump ha contestado a las amenazas, nuevamente, por Twitter.
Poniéndole de nuevo nombres al líder norcoreano, el presidente estadounidense ha asegurado que “el desquiciado” será “retado como nunca antes”, después de haber aprobado una expansión de los poderes del Departamento del Tesoro que buscan estrangular económicamente a Kim Jong-un.
El peligro ahora recae en la posibilidad de que ambos líderes decidan demostrar quién es el más fuerte ya no desde la retórica sino desde la acción bélica que podría costar la tranquilidad, la paz y – muy probablemente – la vida de grandes poblaciones en el planeta.
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.