Lo que se anticipaba como una reunión política común y corriente entre los senadores Republicanos y el presidente Trump, se transformó en un cruce de insultos entre el Senador Bob Corker (representante de Tennessee) y el mandatario.

Según reportó el Washington Post, el senador acusó a Trump de “degradar” al país con sus “falsedades”, “insultos” y “posturas abusivas”, haciendo referencia a la política de gobierno a través de Twitter que utiliza el presidente.

Corker criticó a Trump a través de los medios durante la mañana de este martes, a tan sólo horas del almuerzo entre Senadores del Partido Republicano, donde el presidente reafirmaría la importancia de la aprobación de la reforma fiscal, intentando “forjar un consenso” en torno a los recortes en los impuestos, según reportó Reuters.

“Para los jóvenes que observan, no sólo aquí en el país sino en todo el mundo, alguien con esta mentalidad como presidente de Estados Unidos, es algo que considero degradante para nuestro país”, dijo Corker. “Creerías que quien aspira a ser presidente de Estados Unidos se comportaría como presidente de Estados Unidos. Pero ese no será el caso, aparentemente”, agregó.

En una entrevista ante CNN, el Senador lamentó haber apoyado la candidatura del magnate, asegurando que no lo volvería a apoyar, de existir la posibilidad, pues no está “a la altura” del cargo.

Por su parte el presidente, quien se dirigía al almuerzo político semanal del partido, no aguantó la provocación y respondió a través de su cuenta en Twitter, catalogando al senador como “jefe incompetente” del Comité de Relaciones Exteriores.

“Bob Corker, quien ayudó al Presidente O (Obama) a darnos el pésimo acuerdo con Irán y quien no pudo ser elegido ni para la perrera en Tennessee, pelea ahora contra los recortes fiscales”, escribió el presidente. “Corker se retiró de la competencia en Tennessee cuando me negué a darle mi apoyo, y ahora sólo se opone a cualquier cosa que lleve la firma Trump. ¡Miren sus logros!”, escribió el presidente. 

Entre incongruencias en el recuento de los hechos – pues Trump insistió en que Corker se lanzara de nuevo al cargo y el Senador nunca estuvo a favor del acuerdo con Irán – el presidente se embarcó en otra lucha que dinamita el corazón de la bancada Republicana.

“Las mismas falsedades de un presidente totalmente mentiroso”, respondió Corker a través de su cuenta en Twitter.

A pesar de esfuerzos conciliadores como el del vocero de la Cámara, Paul Ryan – quien aseguró en una rueda de prensa durante la mañana del martes que el senador “apoyaría la reforma fiscal” y que prefería que “estos asuntos se resuelvan en persona” – el cuestionamiento de la “veracidad” del presidente por parte de Republicanos como Corker, sigue siendo un síntoma de la realidad del partido.

Como analiza Reuters, “alienar a cualquier miembro de su propio partido le podría costar a Trump las iniciativas legislativas en el Senado, pues los Republicanos controlan la cámara por tan sólo un margen de 52 – 48”.

Esto podría poner en jaque la anhelada reforma fiscal de Trump, pues Corker se presenta como antagonista a “cualquier propuesta que aumente la deuda federal”.