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Sí a los viajes a Cuba, y al dinero

Tras casi una década de haber apretado los tornillos a Cuba, la Casa Blanca revirtió el curso el lunes.

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Una mujer abraza a sus familiares a su llegada al aeropuerto internacional José Martí de La Habana, procedente de Miami.

Al enmendar las restricciones impuestas por el Gobierno de Bush, el presidente Barack Obama ordenó el levantamiento de todas las limitaciones a las visitas familiares y las transferencias de dinero que tenían los cubano estadounidenses con familiares aún en la isla. Muchos de los aproximadamente 1,5 millones de cubano estadounidenses que viven en Estados Unidos tienen parientes en Cuba. Con la nueva política, también se les permitirá enviar más ayuda humanitaria, desde ropa y artículos para la higiene personal hasta semillas y equipo para pesca.

Además, las compañías estadounidenses de telecomunicaciones podrán presentar sus solicitudes para hacer negocios en Cuba, como establecer los servicios de televisión y de telefonía celular.

Los cambios, que entraron en vigor de inmediato, equivalen a la mayor flexibilización de la política cubana en más de un década.

"Realmente se están abriendo", dijo Silvia Whilhelm, de la Comisión Cubano-estadounidense para los Derechos de la Familia en Miami. "Es totalmente maravilloso para las familias cubano-estadounidenses. Las viejas regulaciones eran totalmente crueles y nada estadounidenses".

En una declaración, la Casa Blanca dice que el cambio en la política se diseñó "para acercarse al pueblo cubano en apoyo a su deseo de determinar libremente el futuro de su país". Eso incluye un acceso más libre a la información y los artículos domésticos esenciales que la mayoría de los cubanos no puede pagar.

El cambio en las regulaciones sobre Cuba tuvo una recepción dispar en el Congreso y entre los cubano-estadounidenses. "Muchas familias que conozco necesitan viajar para visitar a algún familiar enfermo o que está muriendo", dijo la representante demócrata por Tampa, Kathy Castor, quien ha apoyado firmemente la flexibilización de las restricciones para viajar. "Esto se trata de relajar las dificultades personales de las familias".

El anuncio fue una "noticia buena" para las familias cubanas separadas de sus seres queridos, dijo el senador republicano por Florida, Mel Martinez, quien tiene una tía en Cuba.

Sin embargo, repitió el llamado de algunas personas a establecer límites a los viajes y las cantidades de dinero que se pueden enviar a Cuba, porque el Gobierno se beneficia con una comisión de 20 por ciento. El senador demócrata por Florida, Bill Nelson, también dijo que apoya los límites y prefiere que sólo se permita una visita familiar al año.

Ralph Fernandez, un abogado de Tampa, demócrata cubano-estadounidense y defensor de tiempo atrás de los prisioneros políticos cubanos, dijo que el cambio en la política es "una decisión prudente" dada la falta de apoyo a Estados Unidos en América Latina. Sin embargo, agregó que eso no debería significar ceder en la posición de línea dura contra el Gobierno de Castro.

"Necesitamos enviar una señal clara al mundo de que somos un país amable y gentil que no tolera estupideces del menor de los piratas ni del mayor de los dictadores", dijo.

La Casa Blanca negó que el cambio en la política fuera resultado de la presión latinoamericana en vísperas de la mayor cumbre de jefes de Estado en Trinidad y Tobago este fin de semana.

"El Presidente prometió esto en su campaña, y lo está cumpliendo hoy", dijo Dan Restrepo, director sénior de asuntos del hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional.

Obama hizo la promesa en un discurso de campaña pronunciado en Miami en mayo pasado, en el que declaró que "no hay mejores embajadores de la libertad que los cubano-estadounidenses".

No hay certeza en cuanto a cómo va a reaccionar Cuba ante esta acción de Obama, que no afecta al embargo económico que lleva 47 años. Aun cuando el Gobierno cubano se beneficiará con las comisiones por las remesas, así como por el incremento en los índices de ocupación en los hoteles paraestatales, las nuevas llegadas representan un desafío para el sistema político cubano, rigurosamente controlado.

Sin embargo, los funcionarios cubanos seguramente ya notaron que en el anuncio de la Casa Blanca se enfatiza la necesidad de reducir la dependencia de los cubanos en el régimen de Castro y presiona para que Cuba adopte "los valores democráticos centrales", incluidos el respeto por los "derechos humanos básicos, políticos y económicos de todos los ciudadanos".

"Se trata de un paso para extenderle la mano al pueblo cubano en apoyo a su deseo de determinar su propio futuro", dijo Restrepo. "Es muy importante ayudar a abrir espacios para que el pueblo cubano pueda trabajar en el tipo de democracia de base que es necesaria para movilizar a Cuba hacia un futuro mejor".

La dirección electrónica de David Adams es dadamssptimes.com.