La tormenta tropical "Irene" se convirtió este lunes en el primer huracán de la temporada de ciclones del Atlántico en la
costa norte de Puerto Rico, al aumentar sus vientos máximos sostenidos a 120 kilómetros.

"Irene" es un ciclón de categoría uno, la mínima en la escala de
intensidad Saffir-Simpson de un máximo de cinco, informó el Centro
Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, con sede en Miami.

El CNH indicó que informes preliminares señalan que el huracán ha ha dañado algunos postes de electricidad en Puerto Rico y "más de 800.000 hogares están sin suministro de luz".

El gobernador de Puerto Rico,
Luis Fortuño, anunció ayer que se preven inundaciones, desprendimientos
de terreno y caída de árboles tras el paso por las
cercanías de la isla caribeña de la tormenta tropical.

Fortuño informó en una conferencia de prensa de la movilización de la
Guardia Nacional y la entrada en vigor de la Ley Seca, además de pedir a
la población que se mantenga en sus hogares hasta que "Irene" se aleje
de Puerto Rico, que se espera abandone la zona de influencia de la isla caribeña en la mañana de este lunes.

Explicó que el Aeropuerto de San Juan interrumpirá su actividad en
las próximas horas y que ya cerraron todos los puertos de la isla.

Matizó que la zona más afectada será el este de la isla caribeña.

Fotuño indicó de que solo está cerrada al tránsito la carretera PR-III y que no hay ríos desbordados por el momento.

Pidió a la población prudencia y recordó que hay más de 300 refugios
disponibles para las personas que viven en áreas inundables.

El equipo de crisis del Gobierno volverá a informar de la situación durante este lunes.