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Obama: "Mi deber es aplicar la ley de inmigración, por eso debemos cambiarla"

Según las últimas encuestas, el apoyo al mandatario entre los votantes hispanos se encuentra en el 48 por ciento, lejos del 67 por ciento que obtuvo en los…

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El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy que su deber como presidente es aplicar la ley de inmigración, "por eso debemos cambiarla".

En una mesa redonda con un grupo de corresponsales de habla hispana, Obama indicó que los cambios anunciados el pasado agosto en la política de deportaciones, para centrarse en aquellos inmigrantes indocumentados que hayan cometido delitos, no son suficientes.

"No podemos resolver el problema por la vía administrativa", declaró el presidente. "Podemos hacer algunas mejoras, pero al final mi tarea sigue siendo aplicar la ley. Por eso necesitamos cambiar la ley".

Mediante un cambio en la política de deportaciones, recordó, "no vamos a conseguir una vía para la ciudadanía que creo que debe ser parte de la solución", recordó.

Por ello, apuntó, "seguiremos presionando para una reforma migratoria exhaustiva", algo que considera que también aportaría beneficios económicos al país, pues más personas se integrarían en la economía formal y pagarían impuestos, entre otras razones.

Los cambios anunciados en la política de deportaciones permiten que los fiscales ejerzan su poder discrecional y se centren en los casos de aquellos inmigrantes indocumentados con historial delictivo, en lugar de "chicos que están estudiando o gente que se ocupa de lo suyo y contribuye a la comunidad".

Esos cambios, aseguró, "no son algo nuevo", sino que ha sido su política el "hacer nuestras políticas de cumplimiento de las leyes migratorias tan humanas, efectivas y eficientes como sea posible".

"Lo que hemos estado haciendo ha sido seguir refinando y clarificando" el funcionamiento de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) de EE.UU. para hacer lo más efectivos posible los recursos "limitados" de que dispone el Gobierno.

La falta de una reforma migratoria exhaustiva, una de sus promesas de campaña aún incumplidas, es uno de los factores que ha generado un drástico descenso de su apoyo entre los votantes hispanos, que según las últimas encuestas se encuentra en el 48 por ciento, muy lejos de aquel 67 por ciento que obtuvo en los comicios de 2008.

La Casa Blanca no ha conseguido los votos republicanos suficientes como para sacar adelante esa reforma en el Congreso.

Sin embargo, el presidente estadounidense se declaró optimista en el encuentro en la Sala Roosevelt del ala Este de la Casa Blanca acerca de las consecuencias que ello pueda tener en las urnas.

"No creo que los votantes latinos me castigarán por no haber podido convencer a los republicanos de hacer lo correcto, creo que castigarán a los republicanos si no se toman en serio la necesidad de reformar el sistema" de inmigración, sostuvo.