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Interior del Museo de Historia Natural de Nueva York, un museo dedicado a la divulgación de conocimiento científico sobre la naturaleza y el ser humano. Foto: Foreign Press Centers - Department of State
 
Interior del Museo de Historia Natural de Nueva York, un museo dedicado a la divulgación de conocimiento científico sobre la naturaleza y el ser humano. Foto: Foreign Press Centers - Department of State 

No queremos negacionistas del cambio climático en el Museo

Un grupo de curadores y miembros de la comunidad científica exigen la renuncia de Rebekah Mercer, miembro del consejo y patrona del Museo de Historia Natural…

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La misión del Museo de Historia Natural de Nueva York es “descubrir, interpretar y divulgar – mediante la investigación y educación científica – conocimiento sobre las culturas humanas, la naturaleza y el universo”, según informa en su web.

¿No resulta un poco contradictorio, entonces, que uno de los patronos del centro sea una persona que contribuye a negar el cambio climático?

Este es el caso de Rebekah Mercer, miembro del consejo del Museo de Historia Natural de Nueva York desde el año 2013, y que ha dado al museo 4 millones de dólares en los últimos seis años.

La contradictoria situación ha provocado que 28 curadores del museo salieran a la calle para pedir su dimisión, alegando su preocupación por el hecho de que Rebekah Mercer esté financiando grupos que niegan la existencia del cambio climático.

En una carta abierta, con fecha 19 de enero, dirigida al vicepresidente del Museo, Michael J. Novacek, los firmantes afirman que las organizaciones que apoya Mercer a través de la fundación de su familia “contradicen directamente la misión del museo e impiden nuestros continuados esfuerzos por educar al público sobre el pasado y el futuro del cambio climático desde el punto de vista científico”.  Los firmantes también exigen la dimisión de Mercer de la junta de patronos del museo.

Entre las organizaciones que han recibido millones de dólares de la fundación Mercer y que atacan la ciencia del clima, los firmantes señalan el Heartland Institute, el Cato Institute, del Oregon Institute of Science y la Heritage Foundation, entre otros.

La posición de Mercer en el museo ha sido puesta en cuestionamiento desde que empezó la campaña electoral de 2016. Los curadores señalan en la carta que Rebekah, hija del financiero Robert Mercer y uno de los principales contribuyentes de la campaña de Donald Trump, está vinculada al equipo que preparó la transición de Donald Trump y que propuso a figuras que niegan el cambio climático dentro de su Administración. Por ejemplo: Kellyanne Conway, consejera del presidente o el halcón de extrema derecha Steve Bannon, ex estratega jefe de la campaña de Trump, despedido en verano de la Casa Blanca.

De hecho, la familia Mercer lleva apoyando a activistas de ultra derecha desde mucho antes que el presidente Trump decidiera presentarse a las elecciones, reportó el diario El País.

Mercer es un antiguo amigo de Steve Bannon y del portal Breitbart News, aunque tras el escándalo levantado por los polémicos comentarios de Bannon contra Trump en el libro Fire and Fury, Mercer ha tomado distancias con el ex consejero del presidente.

La batalla de la comunidad científica contra Rebekah Mercer comenzó hace más de dos años, tras publicarse una primera carta dirigida a la petrolera Exxon Mobile y al magnate David Koch, otro esponsor de grupos ultraconservadores.

Aquella primera carta de denuncia, que también iba dirigida a la petrolera Exxon Mobil y al magnate David Koch, otro de los grandes donantes a causas ultraconservadoras que ponen en duda el cambio climático. David Koch dejó el consejo del museo cuando no se había cumplido un año de la primera carta, reportó El País.