En Pasadena, Texas, un juez federal ha dictaminado que la ciudad promueva e implemente un plan para reducir el poder Latino en las elecciones. Un acta de 113 páginas escrita por la Juez de Distrito Lee Rosenthal, ha ordenado a oficiales de la ciudad revertir al plan de votación en el Consejo de la Ciudad, de ocho miembros, utilizado antes del 2014.

La juez ha resuelto que los votantes que viven en áreas desfavorecidas no tienen el mismo derecho a votar matemáticamente, lo que hacía que su voto se diluyera. “Su derecho a votar es sencillamente diferente al de aquellos que viven en las partes favorecidas de la jurisdicción. En Pasadena, Texas, los Latinos que se hallan bajo el mapa y plan actuales, no tienen el mismo derecho a votar que el que tienen sus vecinos anglosajones”.

Rosenthal también ha dicho que supervisará las elecciones municipales del 2017 en Mayo y estará atenta a cualquier situación en la que los derechos al voto Latino se vean amenazados. La jueza también ordenó que Pasadena presente cualquier cambio futuro en su plan de votación al Departamento de Justicia para previa autorización de derechos civiles.

Tan sólo un mes después de que la Corte Suprema halla juzgado en el caso de Shelby County vs. Holder, que derribó una provisión clave en el Acta de Derechos al Voto de 1965 que establece una fórmula para identificar los estados que puedan requerir un escrutinio más específico por parte del Departamento de Justicia sobre los procedimientos de voto, el Alcalde de Pasadena, Johnny Isbell, ha propuesto un cambio en la estructura del consejo para tan sólo seis asientos fijos y dos elegidos por la ciudad.

La Fundación para la Defensa y la Educación México-Americana, introdujo una demanda amparada por la Ley del Derecho al Voto. Durante el juicio que se llevó a cabo a finales del 2016, el demandante planteó que Isbell forzó una medida de voto en el consejo de la ciudad, pasando por encima de las objeciones de los miembros apoyados por los Latinos. Los votantes apoyaron la moción, en una elección que se hallaba fracturada por líneas raciales.

El alcalde también fue acusado de utilizar fondos y recursos de la ciudad para movilizar votantes blancos hacia la zona sur de Pasadena para apoyar la medida de votación. Lo que resultó fue que en el 2015 los Latinos perdieron un asiento en el consejo por un puñado de votos que merecían ganar.

Abogados de la ciudad lanzaron una contrademanda diciendo que los nuevos distritos preservaban la fuerza Latina. Argumentaron que los cuatro asientos mantenidos por los Latinos en el consejo de la ciudad no cambiaban de forma entre el viejo y el nuevo sistema, y que la fuerza del voto Latino se esperaba que sólo creciera en los próximos años junto con la población Latina.