Durante el día de hoy, Lunes 1ero de Mayo, varias manifestaciones han sido convocadas en París y alrededor de la nación Francesa, simultáneamente con los mítines de la campaña de Marine Le Pen en Villepinte (Seine-Saint-Denis) y Emmanuel Macron en el Paris Event Center.

Para gran parte de la comunidad europea, y para Francia especialmente, el día del trabajador representa un día para recordar la lucha obrera y las desigualdades sociales que se han mantenido durante siglos en la comunidad del viejo continente.

Cada año los sindicatos desfilan celebrando “La Fiesta del Trabajo”, pero este año el motivo no será tan festivo. Hace 15 años, miles de personas salieron a las calles para manifestarse en contra del partido de extrema derecha Frente Nacional, que apoyaba al entonces candidato Jean-Marie Le Pen, y este año la circunstancia ha sido bastante parecida.

El día de hoy, esa unidad que enfrentaba en el 2002 al candidato de extrema derecha, se ve fracturada por quienes han decidido manifestarse en contra del Frente Nacional, quienes apoyan al joven candidato Emmanuel Macron y quienes se manifiestan en contra de ambos bandos.

La CFDT (Confederación Francesa Democrática de Trabajo) convocó a un apoyo multitudinario a Macron, para hacer frente al avance de Le Pen.

Otras manifestaciones, como la del CGT, resultaron en confrontaciones con las fuerzas de orden público, quienes tuvieron que recurrir al gas lacrimógeno para controlar a los encapuchados que lanzaban bombas molotov, sin hacer una abierta consigna, aunque el líder del sindicato, Philippe Martinez, ha declarado el combate abierto del CGT contra el Frente Nacional.

Esta acentuada separación de pareceres hace más difícil prever un resultado probable en los comicios del 6 de Mayo.

Con la desesperación típica de los días previos a los comicios, la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, se vio adelantada por el apoyo masivo que recibió el joven candidato Emmanuel Macron por parte de los candidatos de la primera ronda y hasta del presidente actual de la república.

El único que decidió tomar distancia del contrincante del Frente Nacional fue el socialista Jean-Luc Mélenchon, quien no hizo comentario alguno sobre si votaría por la opción del centro ni si recomienda a sus seguidores hacerlo, pero sí se ha referido de manera despectiva al joven candidato, a quien llama “el banquero Macron”.

Según un sondeo del Instituto Odoxa el 28 de abril, la candidata del FN tendría un 41% de los votos, contra el 58% del candidato centrista.

Durante los últimos días, Marine Le Pen ha intentado atraer el voto de la izquierda “insumisa” que se haya aún indecisa, asistiendo a fábricas, dirigiéndose a obreros de clase baja y hasta restándole importancia a su férrea decisión de abandonar el euro: “He fijado un término de seis meses, pero si resulta que necesitamos ocho o diez meses poco importa, lo importante es ganar una autoridad de desarrollo, en la que esta moneda única se transforme en una moneda común”, aseguró la candidata.

La confrontación entre ambos candidatos no ha hecho sino aumentar durante los últimos días. Le Pen ha seguido de cerca la campaña de su adversario, incluso adelantándosele en algunos escenarios, como en Marsella, donde colocó un ramo de flores ante el monumento que Macron visitaría tan sólo horas después.

Por su parte, Emmanuel Macron decidió contestar, visitando el Memorial de la Shoah y el Memorial de los mártires, en ocasión del día nacional de conmemoración a las víctimas de la deportación, haciendo un guiño a la xenofobia de su contrincante, así como a las declaraciones de su padre, en las que minimizaba el holocausto e incluso ponía en duda su existencia.

Pero el fantasma de su apellido ha seguido haciéndole perder seguidores a la candidata del Frente Nacional.

Después del conmovedor homenaje rendido al fallecido oficial de policía, Xavier Jugelé – quien perdiera la vida durante el atentado terrorista de los Campos Elíseos - en el que su esposo se refirió a la vitalidad del joven policía y aseguró que los terroristas “no tendrán mi odio” - el fundador del Frente Nacional y padre de su candidata, Jean-Marie Le Pen, criticó el homenaje, asegurando que “celebraba más al homosexual que al policía”.

Le Pen aseguró estar “sorprendido por la dimensión dada a esta ceremonia”, en la que, si bien se merecía el agradecimiento a los compatriotas que daban la vida por defender la nación, “creo que se ha rendido más honor al homosexual que al policía, pues la participación de su pareja y el largo discurso que pronunció institucionalizan de alguna manera el matrimonio homosexual, exaltado de manera pública. Creo que esta particularidad familiar debe ser separada de este tipo de ceremonias”.

Por su parte, Marion Maréchal-Le Pen – sobrina de la candidata presidencial y nieta del fundador de su partido – aseguró que desde su posición como parlamentaria y militante del Frente Nacional, se encargará de la abolición del matrimonio igualitario.

Este tipo de declaraciones tan sólo dejan en abierta evidencia las connotaciones extremistas del Frente Nacional y del apellido Le Pen.

Pero los intentos de Macron por convencer a quienes pudieran votar por su contrincante, tampoco han resultado beneficiosos.

Uno de los aspectos de la campaña de Le Pen que más adeptos ha recogido ha sido la posibilidad de un Frexit, la salida de Francia de la comunidad europea.

Frente a este banco de votantes, Emmanuel Macron aseguró el día de hoy, de manera severa, que “si la Unión Europea no se reforma, se podría enfrentar la perspectiva de un Frexit”: “Tenemos que enfrentar la situación, escuchar a nuestra gente y escuchar el hecho de que están extremadamente enojados hoy en día, impacientes y que la disfunción de la UE ya no es sostenible”.

Esta postura, si bien podría atraer a algunos descontentos, también podría desencantar a quienes aún creen en el proyecto europeo y en los beneficios del espacio Schengen.

Si bien ambos candidatos se mantienen cabeza a cabeza en la recta final de las presidenciales, existe un gran número de personas que no votarían por uno ni por otro, haciendo que la tasa de abstención se eleve, un fenómeno que no ha traído resultados positivos en ningún escenario.