El reverendo Luis Cortés de Filadelfia, presidente de Esperanza, encabezará una delegación de pastores latinos que viajarán a Washington D.C., Guatemala y Honduras para abordar la crisis de inmigración de menores en la frontera.

A petición del gobierno de EE.UU., la delegación explorará cómo organizaciones religiosas latinas del país pueden asociarse con líderes religiosos en Guatemala y Honduras para apoyar a sus ministerios durante la actual crisis de inmigración de menores hacia Estados Unidos.

Para el reverendo Cortés está misión será una continuación de sus esfuerzos en apoyo a una reforma migratoria integral, causa que ha defendido en los últmos años.

"La crisis de inmigración de niños de Centroamérica es un tema que afecta a todos nuestros corazones, y debe despertar nuestro sentido de responsabilidad por cuidar de aquellos que no son capaces de cuidarse a sí mismos", dijo Cortés. "Esperanza y nuestros socios en EE.UU. sienten la necesidad de extender la mano y apoyarlos para ver cómo podemos trabajar juntos para aliviar esta problemática".

En su primera parada en Washington D.C., la delegación se reunirá en la Casa Blanca,  con miembros del Departamento de Estado, USAID y el Consejo Nacional de Seguridad para informarse sobre los datos más recientes de la situación.

Después en Centroamérica, la delegación se reunirá la próxima semana con el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, así como el Presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández.

Otra serie de reuniones se llevarán a cabo con los principales líderes religiosos de ambos países, incluyendo al reverendo César Vásquez, presidente de la Alianza Evangélica Latinoamericana (AEL), que dará la bienvenida a la delegación en Guatemala, y el director ejecutivo de la Confraternidad Evangélica, el reverendo Jorge Machado , en Honduras.
Según Esperanza, estos ministros nacionales representan más del 90 por ciento de las iglesias evangélicas en sus respectivos países.

Un factor clave en el viaje será informar y aclarar la información errónea de que  EE.UU. está proveyendo a familias y niños permisos de viajeros, documentos para residir permanentemente en los EE.UU., o que no pueden ser deportados una vez que  arriban al país.

"Tenemos la esperanza de conectar a los latinos de fe estadounidenses a algunas de las actividades humanitarias que actualmente son dirigidas a los niños y sus necesidades futuras", dijo Cortés. "Estamos honrados de tener la oportunidad de servir y con ganas de volver con una comprensión más clara de la situación en Guatemala y Honduras".