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Trabajadores preparan la maquinaria para talar el simbólico magnolia Jackson, en la fachada sur de la Casa Blanca de Washington DC (Estados Unidos) el pasado 27 de diciembre de 2017. La primera dama de EEUU, Melania Trump, ordenó la retirada de una magnolia histórica que decora la fachada sur de la Casa Blanca desde comienzos de 1800, debido a su mal estado de conservación. EFE/ Jim Lo Scalzo
Trabajadores preparan la maquinaria para talar el simbólico magnolia Jackson, en la fachada sur de la Casa Blanca de Washington DC (Estados Unidos) el pasado 27 de diciembre de 2017. La primera dama de EEUU, Melania Trump, ordenó la retirada de una…

En la Casa Blanca no me quedo

El presidente Trump ha pasado un tercio de su primer año de mandato en sus mansiones privadas fuera de la capital estadounidense.

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El pasado martes, Melania Trump ordenó la retirada de una magnolia histórica que decoraba la fachada sur de la Casa Blanca desde comienzos de 1800, debido a su mal estado.  Al parecer, el principal causante de su degradación es el viento generado por el helicóptero presidencial, el Marine One, que habitualmente aterriza en el jardín sur de la Casa Blanca. 

Que el jardín de la Casa Blanca quede más o menos feo no parece ser un asunto de gran importancia para Donald Trump, que ha pasado un tercio de su primer año en sus mansiones privadas fuera de Washington, según un recuento realizado por el Wall Street Journal, citado por el El País.

Más de 100 días en total ha pasado en sus complejos de Mar-a-Lago, en Florida- que él denomina la “Casa Blanca de invierno”- ,  en su club de golf de Westminster, New Jersey, y en otros resorts que tiene por el país.

A diferencia de otros presidentes, por ser estas mansiones  - hoteles y clubes que pueden ser usados por el público- de su propiedad, “cada viaje de Trump sirve para publicitar el complejo y generar ingresos, de los que él mismo y su familia se benefician”, señala El País.