Uno grupo de demócratas de alto rango que apoyan la candidatura de Hillary Clinton han puesto en marcha una iniciativa de $25 millones llamada “Cada ciudadano cuenta” para impulsar el número de votantes latinos y afroamericanos.

¿Su meta? retar a las leyes estatales, apoyadas por republicanos, que impiden la votación temprana y el registro de votantes el mismo día, dos políticas que normalmente favorecen a votantes demócratas.

La campaña asegura que esta es "un esfuerzo no partidista centrado en la protección de los votantes, el acceso al voto y el registro", informó el Washington Post. Incluso aseguró que no va a participar en "ninguna actividad primaria y continuará en esta misión más allá del 2016”.

Lo curioso es que el asesor principal del grupo, Guy Cecil, es un estratega en jefe del “pro-Clinton super PAC Priorities USA”. Cecil también fue miembro del personal de campaña por la candidatura presidencial de Clinton de 2008. El alcalde de Atlanta Kasim Reed, otro alto partidario de Clinton, también estará involucrada en esta campaña.

En enero pasado “Priorities USA” anunció que había recaudado $50 millones en fondos para apoyar a Clinton. Sin embargo, Cecil declaró que la organización sin fines de lucro -que inició en agosto pasado, pero sólo recientemente ha ganado fondos de patrocinadores - no tiene ninguna conexión con los súper PAC.

"Ha habido demasiados esfuerzos para restringir el acceso a las urnas, lo que hace aún más difícil votar", Cecil dijo a Associated Press. "Vamos a participar en todos los niveles: presionando por una legislación más estricta en torno a la votación temprana, inscripción de votantes en el mismo día y el voto por correo. Librando batallas legales para hacer retroceder leyes opresivas y el registro de votantes en las comunidades con poca representación en todo el país”.

AP también informó que el comité de litigios de dicha campaña buscará protecciones para unos dos millones de votantes en Carolina del Norte, Wisconsin, Virginia y Ohio- cuatro de los estados más disputados durante las próximas las elecciones de noviembre.

“Cada ciudadano cuenta” es una campaña registrada como organización de "bienestar social" libre de impuestos, y por lo tanto, pueden recibir donaciones sin límites por parte de individuos y  mega corporaciones.