Después de una campaña electoral fuertemente dividida, la nación francesa acudió el día de hoy a los centros de votación para escoger entre once candidatos a sus dos favoritos, que se debatirán la presidencia en la segunda vuelta.

Jaques Cheminade (Solidaridad y Progreso), Nathalie Arthaud (Lucha Obrera), François Asselineau (Unión Popular Republicana), Philippe Poutou (Nuevo Partido Anticapitalista), Jean Lassalle (Resistimos), Nicolás Dupont-Aignan (Francia Primero), Benoît Hamon (Partido Socialista), Jean-Luc Mélenchon (La Francia Insumisa), François Fillon (Los Republicanos), Marine Le Pen (Frente Nacional) y Emmanuel Macron (¡En Marcha!), fueron los candidatos a la primera ronda electoral del día domingo.

A pesar de una parrilla tan extensa de candidatos, los favoritos de la población francesa eran Macron, Le Pen, Fillon y Mélenchon quienes, en un agresivo debate auspiciado por el resurgir aislacionista, el Brexit y el triunfo de Donald Trump, intentaron convencer a los votantes de escogerles para la candidatura final.

Con una participación del 77,3%, una asistencia superior a la de las elecciones del 2012, la jornada electoral se llevó a cabo en un clima de tensa normalidad, después del atentado terrorista en los Campos Elíseos (París) del día jueves.

A las 20:00, la compañía de estadísticas Ipsos-Sopra Steria hizo públicas, a través de France Télévisions, Radio France y Le Monde, los primeros resultados, dando como ganadores a Emmanuel Macron (23,9%) y a Marine Le Pen (21,7%).

El candidato socialista Benoît Hamon reconoció su derrota y rogó a los ciudadanos a “combatir fuertemente al Frente Nacional”, asegurando que votará por Emmanuel Macron, iniciativa a la que se sumaron el candidato republicano François Fillon y el primer ministro francés, Bernard Cazeneuve.

Macron (Amiens, 1977), es un especialista en inversión bancaria y asesor económico del actual Presidente François Hollande quien, durante su administración, le nombró ministro de Economía, Recuperación Productiva y Asuntos Digitales, puesto del que dimitiría el 30 de agosto de 2016 para dedicarse de lleno al partido político que había fundado denominado ¡En Marcha!, cuyas iniciales coinciden con las del candidato. Si bien Macron tenía una trayectoria como militante del partido socialista, al dimitir como Ministro hizo una declaración publica sobre su dimisión simultánea de las líneas socialistas.

Macron es considerado el candidato de “fusión”, pues su campaña se ha sustentado en la unificación de la izquierda y la derecha, apelando a figuras históricas como la del General De Gaulle, quien a finales de la década de los 50 logró la unificación de los pareceres galos bajo el movimiento Unión por la Nueva República.

Emmanuel Macron es un europeísta convencido, que plantea una reformulación del sistema económico francés del que forma parte, siendo el favorito de las élites intelectuales y económicas que dominan al país europeo.

Su contrincante, Marine Le Pen representa todo lo contrario. Abogada y presidenta del partido político que fundó su padre, Frente Nacional, Le Pen se ha visto perseguida por el mismo fantasma que empañó el partido de su padre: el del fascismo, que ella no ha ayudado a desmentir. En julio del 2013, siendo diputada al Parlamento Europeo, la Eurocámara le retiró la inmunidad parlamentaria por “incitación al odio racial”.

Le Pen siempre ha tenido claras sus posiciones políticas, asegurando que el Estado Francés necesita la posibilidad del referéndum, el debate entre la cadena perpetua y la pena de muerte, el abandono de la Unión Europea “para devolverle a los franceses sus fronteras”, el proteccionismo inteligente económico, una “ciudadanía por puntos” (que permita identificar a aquellos inmigrantes que cometan delitos en territorio nacional) y el abandono de la OTAN.

Pero la punta de lanza de la campaña electoral de Le Pen fue la islamofobia y la promesa de “devolverle Francia a los franceses”.

“Le Pen promete que protegerá a los franceses desamparados ante las fuerzas de la globalización y la inmigración”, escribió Marc Bassets en una columna para el Diario El País, asegurando que la estrategia de la candidata fue apelar a aquella masa obrera sin formación, que “hace cuarenta años habría votado al Partido Comunista y que hoy, lo que queda de ella, puede lanzarse en brazos del Frente Nacional”.

Voilà. Estos son los candidatos por la presidencia de Francia, cuya fecha definitiva será el 7 de Mayo. Este es el momento en el que uno de los principales impulsores del ideal europeo podría cambiar definitivamente el panorama político internacional.