Tres semanas después del polémico referéndum de independencia del pasado 1 de octubre, el Parlamento catalán ha aprobado este viernes la declaración de independencia de España y la apertura del proceso constituyente para la creación de la República catalana.

La votación, realizada en una urna con voto secreto, se ha producido tras un pleno parlamentario que ha durado más de doce horas (empezó el jueves por la tarde) y bajo la amenaza de que el Senado español aprobase hoy la aplicación del artículo 155 de la Constitución,  una medida que suspende el gobierno y los poderes autonómicos de Catalunya, como respuesta a la realización del referendum de independencia, que el Estado español considera ilegal. 

70 votos a favor, 10 en contra. 2 en blanco. Ese fue el escrutinio final de la votación, en un Parlamento semivacío, ya que la votación se ha producido con la ausencia de tres grupos de la oposición, Ciutadans, PSC y PP, el partido del primer ministro español, Mariano Rajoy.  Los tres partidos consideran que no podían participar en una votación de una propuesta que esta fuera de l marco de la legalidad española. 

Poco después de terminar la votación, Rajoy ha enviado un mensaje de tranquilidad a los españoles y ha convocado una reunión extaordinaria del consejo de ministros a las 19h (hora española) para decidir cómo empezar a aplicar el artículo 155 y la suspensión de todo el gobierno y el parlamento catalán.  La aplicación del art. 155 se había planteado como una medida temporal, a la espera de que se convocaran elecciones regionales y Catalunya "regresara al marco de la legalidad". 

En los últimos días, se barajaba la opción de que el presidente catalán Carles Puigdemont convocara él mismo elecciones autonómicas para evitar la aplicación del art. 155. No obstante, se hizo atrás a última hora, alegando que no tenía suficientes garantías de que Rajoy retiraría la amenaza del 155.

El Tribunal Constitucional suspenderá la declaración de independencia en unas horas. 

La declaración de independencia de Catalunya, por ahora, sigue siendo una especie de entelequia. Ningún país europeo, ni tampoco EEUU, han dicho que la reconocerán.