LIVE STREAMING
EE.UU. no debe esperar más masacres

EE.UU. no debe esperar más masacres

El hecho trágico pone de relieve la necesidad de que el Congreso de EE.UU. apruebe la reforma migratoria.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Protección Temporal

Buenas noticias empresarios

Adiós a un 'problem solver'

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

El superviviente guatemalteco, Luis Freddy Lala Pomavilla.

 

La masacre de 72 migrantes en México
constituye un nuevo hecho trágico que pone de relieve la necesidad
de que el Congreso de EE.UU apruebe la anhelada reforma migratoria.

Hasta antes de su muerte a manos de narcotraficantes la semana
pasada, la suya era una historia repetida miles de veces en América
Latina: migrantes que venden o empeñan sus pertenencias, dejan a sus
familias y salen rumbo a EE.UU, cargados de sueños y planes para
conseguirlos.

Los líderes del Congreso no pueden argumentar que ignoran esa
realidad. Decenas de estudios la documentan, el propio Departamento
de Seguridad Nacional mantiene estadísticas de los arrestados y
deportados, y varios inmigrantes han dado ante el Legislativo
testimonios sobre su travesía.

Congresistas y grupos en ambos lados del debate migratorio
señalan a este tipo de incidentes como ejemplo de la urgencia de
resolver el problema de inmigración ilegal en Estados Unidos.

Si en algo coinciden es que mientras haya pobreza en sus países y
haya quienes los contraten en EE.UU, muchas veces en condiciones de
explotación, los indocumentados seguirán viniendo y de aquí no se
irán.

En la zona fronteriza, al menos 1.050 migrantes han fallecido
sólo en el condado Pima, en Arizona, desde el año 2000. En lo que va
de 2010, al menos 170 han perecido a lo largo de toda la frontera
sur.

Pero la muerte por deshidratación, picaduras de animales, o
insolación no disuade a los migrantes. Apuestan a que burlarán las
medidas de seguridad en la frontera y que llegarán sanos y salvos a
su destino.

Si tienen que pagar al menos 5.000 dólares para que un "coyote"
los ayude a cruzar por desiertos y montañas, lo hacen porque el
hambre aprieta y porque, a largo plazo, su meta es ahorrar dinero
para un futuro más promisorio que el pasado de carencias que dejaron
atrás.

Es en ese contexto que se debe entender el por qué los
latinoamericanos siguen emigrando de sus países y por qué el tráfico
de personas a lo largo del continente se ha convertido en un
lucrativo negocio.

Así, el asesinato de los migrantes no debía sorprender a nadie ya
que desde hace mucho tiempo los expertos venían advirtiendo de que
el crimen organizado ha encontrado en ellos una vía fácil para
enriquecerse.

Con la ley de "plata o plomo", las bandas criminales -muchas
veces coludidas con policías corruptos- cumplen su amenaza de matar
a quienes no pueden pagar sus rescates o cuotas para transitar por
las zonas y rutas controladas por los narcotraficantes.

Esa es aparentemente la suerte que le tocó a los 72 migrantes en
un rancho en San Fernando, Tamaulipas, en el noreste de la geografía
mexicana y a unos 160 kilómetros de la frontera con Texas.

Su único sobreviviente, el ecuatoriano Luis Freddy Lala
Pomavilla, de 18 años, relató a los autoridades que 10 hombres que
se identificaron como miembros de los "Zetas" los interceptaron en
cinco vehículos mientras éstos se acercaban a la frontera común.

Los amarraron y los llevaron al rancho, donde les ofrecieron
trabajar para la organización, según Lala. Cuando la mayoría se
negó, los narcos los vendaron, los obligaron a acostarse en el suelo
y los mataron.

Se desconoce con exactitud cuántas veces se ha repetido esta
escena en México, y cuántos han vivido para contarla o se callan por
temor a represalias. Las fosas comunes son un constante recordatorio
de la brutalidad y las vejaciones a las que con mayor frecuencia
recurren los narcos.

Cada año, alrededor de 20.000 migrantes son secuestrados en
México por bandas criminales que "actúan con total impunidad", según
han denunciado varias organizaciones civiles mexicanas en base a
informes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en ese país.

El Gobierno de Washington ha reiterado su apoyo político a la
lucha antidrogas en México.

Pero, ante la crisis humanitaria en México por los abusos a los
migrantes en su tránsito hacia el Norte, cabe preguntar cuántos
muertos hacen falta para que el Congreso dé un mayor sentido de
urgencia a una reforma migratoria en EE.UU.

00:00 / 00:00
Ads destiny link