La semana pasada el San Francisco Chronicle exponía el caso de David Cruz Hernández, un inmigrante mexicano de 28 años residente en San Francisco que lleva cinco años intentando regular su situación en los EEUU.

David Cruz Hernandez llegó a los EEUU con 16 años y nueve meses, lo que – por los pelos– no le permitió ampararse al progama DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals). Este programa instaurado por el presidente Barack Obama en 2012 da derecho a residir y a trabajar en los EEUU a todos aquellos inmigrantes indocumentados que entraron en el país con anterioridad a enero 2007 y con menos de 16 años.

En 2012 David Cruz Hernández tenía 23 años y era estudiante Universidad de California en Santa Cruz. Hoy ha terminado sus estudios, pero sus posibilidades de encontrar un buen trabajo son limitadas si no consigue regularizar su situación legal. Y como guinda del pastel,  bajo la política de mano dura con la inmigración ilegal iniciada por la Administración Trump, corre el riesgo de ser deportado.

Empujado por el miedo y también por el deseo de tener un futuro profesional mejor,  Cruz Hernández ha decidido terminar sus estudios en Inglaterra.  

Marchándose a Reino Unido, Hernández deja atrás a sus padres en EEUU. Los dos son inmigrantes indocumentados que trabajan en el campo, en California. No le queda otro remedio: “Tengo que marcharme- de otra forma va a ser más de lo mismo. No quiero depender del gobierno para realizar mis sueños. Necesito hacer algo," declaró al San Francisco Chronicle.

La difícil situacion en la que vive Cruz Hernández es la misma que sufren decenas de graduados undocumentados que residen en California. 

Segun cifras de Campaign for College Opportunity proporcionadas por este medio, en California había entre 75,000 y 87,000 estudiantes indocumentados en las aulas de universidades públicas.

Muchos de ellos, como Cruz Hernández, podrían haberse beneficiado del DACA con la expansión del programa que Obama pretendía llevar a cabo en 2014. La propuesta de Obama pretendía extender la fecha de llegada a EEUU a enero de 2010, pero fue bloqueada en las Cortes Federales.

Cruz Hernández es Latino, pero entre los estudiantes y graduados indocumentados de California, hay un grupo que lo tiene todavía peor: se trata de todos los que pertenecen a uno de los seis países de mayoría musulmana incluidos en el veto migratorio de Donald Trump. Por suerte, el veto permanece bloqueado por la Justicia.