Danilo Burgos: Un nuevo líder para el norte de Filadelfia
Danilo Burgos, un dominicano-americano que ha vivido casi toda su vida en el Norte de Filadelfia, quiere fomentar la confianza y mejorar la calidad de vida de…
Se oyen muchas cosas negativas sobre el Norte de Filadelfia.
Se oye hablar de pobreza, de crimen, de la crisis de los opioides.
Todas estas cosas a menudo aparecen documentadas y publicadas en los medios de comunicación. Y, al final, lo que ocurre es que esa área de la ciudad acaba siendo conocida solamente por esas cosas.
Sin embargo, detrás de los reportajes, los titulares problemáticos y otras tragedias, hay una comunidad. Hay gente que comprende muy bien y ha vivido de cerca la realidad, la humanidad, los desafíos que marcan la vida de los habitantes del norte de la ciudad.
Hay gente que quiere corregir estos problemas, que quiere cambiar la imagen de esa parte de la ciudad que considera su hogar.
Hay gente como Danilo Burgos.
Burgos, primera generación de dominicano-americanos, ha vivido en el barrio de Hunting Park desde los 10 años. Su familia se mudó de Washington Heights, en Manhattan, a Filadelfia, en 1992, para abrir una bodega.
Desde sus años formativos en Olney High School, Burgos ha estado siempre muy implicado en su comunidad, como organizador y como líder político, una vocación que culminó el pasado 15 de mayo, cuando fue elegido para representar al Distrito 197 en el Legislativo de Pensilvania. El Distrito 197 incluye, además de Hunting Park, los barrios de Fairhill, Kensington, Glenwood y Feltonville.
Burgos, ex asistente de los concejales Maria Quiñones-Sánchez y Allan Domb, derrotó en las pasadas primarias a los otros dos candidatos: el actual representante del distrito, Emilio Vazquez, y Fred Ramirez, presidente de la Clínica de Salud Mental Pan-American.
Como no hay candidatos republicanos aspirando a representante de su distrito, Burgos no tendrá contrincantes en las elecciones generales de Noviembre, por lo que está previsto que asuma su posición cuando el mandato de Vazquez expire, en enero del 2019.
Burgos, que ya se había presentado a las primarias, sin éxito, en 2014, obtuvo el 37 por ciento de los votos en las elecciones de 2018, en comparación al 34 por ciento de Ramírez y al 28 por ciento de Vázquez.
Aproximadamente una semana antes de las elecciones, Burgos participó junto a sus oponentes en un foro co-organizado por AL DÍA y el Comité de los Setenta (Commitee of Seventy), una organización independiente y sin fines de lucro que tiene como misión mantener a los votantes comprometidos e informados sobre los procesos políticos de Filadelfia.
Cuando el moderador, David Thornburgh, presidente y CEO de Committee of Seventy, preguntó a Burgos qué deseaba que la gente supiera sobre su distrito, Burgos respondió:
“Somos una comunidad muy orgullosa de nosotros mismos”, dijo. “Hay mucha esperanza, muchos aspectos positivos que deberían destacarse, y necesidades que deberíamos compartir con el resto del estado”.
Y, compartiendo este optimismo con sus futuros colegas en la Cámara de Representantes, Burgos dijo que esperaba poder ayudar a eclipsar los estereotipos asociados con el Norte de Filadelfia y presentar “una cara humana de los problemas que nos afectan” a todos aquellos que no estén familiarizados con la comunidad.
El cargo que pronto ocupará Burgos ha sido centro de polémicas en los últimos años.
“Desafortunadamente, en este distrito en particular, dos de los tres últimos representantes de estado han sido acusados ante la justicia”, dijo Burgos en una entrevista con AL DÍA después de ganar las primarias.
El ex representante Leslie Acosta, predecesor inmediato de Vazquez, dimitió de su puesto por su vinculación a un escándalo con dinero del Estado. J.P. Miranda, el representante a quien Acosta había sustituido, fue declarado culpable por corrupción en 2015.
A parte de estos dos incidentes, las elecciones anticipadas de marzo de 2017 para sustituir a Acosta también fueron polémicas: Vázquez tuvo que enfrentarse a acusaciones de práctica de electoralismo después de haber ganado las elecciones mediante una campaña de por-escrito (write-in), y Ramírez, que también era candidato, tuvo que retirarse del proceso electoral ante las acusaciones de que no era residente del distrito.
Burgos espera poder construir lazos de confianza entre su oficina y los futuros constituyentes, y también confía en que la falta de compromiso de los votantes en su distrito “no sea un reflejo de lo mucho que se preocupan sus habitantes por la comunidad”.
Durante su entrevista con AL DÍA, Burgos habló de los planes que piensa llevar a cabo cuando ocupe su nuevo cargo.
De hablar pausado y articulado, y siempre directo al grano, Burgos mencionó problemas como la necesidad de mejorar el empoderamiento económico entre los miembros del distrito, además de fomentar mejores relaciones y entendimiento entre el Distrito 197 y el resto de distritos de Pensilvania.
“Me comprometo a pasar el 50 por ciento de mi tiempo dentro de este distrito y el otro 50 por ciento fuera del distrito, porque me veo como embajador del 197”, dijo Burgos. “Espero poder aprender de los otros distritos y al mismo tiempo poder educar a los otros miembros de la Cámara de Representantes sobre mi distrito, sobre el Norte de Filadelfia”.
“Es crucial ayudarles a entender que no se trata solo de una zona donde se cometen crímenes”, añadió. “No se trata solo de una área donde pasan cosas negativas, sino una zona con mucho potencial, con un gran número de buenas personas que solo necesitan una oportunidad”.
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Entre los desafíos particulares que Burgos pretende combatir durante su mandato se incluyen problemas de calidad de vida o el concepto tan extendido entre sus constituyentes de que “a los políticos les trae sin cuidado la comunidad, de que la política no es importante para la comunidad”.
Otro aspecto de su distrito -y de toda Filadelfia- que Burgos intentará abordar es la educación pública.
“Si somos capaces de proveer una buena educación a nuestros niños, tendremos una comunidad mejor”, dijo. Y añadió que intentará trabajar para conseguir este objetivo identificando “lo que funciona en otros lugares del estado, o del país” y “manteniendo una mente abierta a la hora de fijarse y trabajar en todo esto que ya está funcionando”.
Durante el foro celebrado en mayo, Burgos habló de la intersección entre educación y oportunidades. “Necesitamos cambiar el curriculum escolar para que se adapte a los empleos que se ofrecerán a nuestros hijos en el futuro”, dijo, destacando que él tiene hijas pequeñas en la escuela primaria.
Burgos admitió a AL DÍA que el vertido de basura en la calle y otros lugares públicos (una práctica conocida como “short dumping”) es otro problema grave en su distrito. Quiere encontrar pronto una solución, porque se ha dado cuenta de que se trata de “uno de los problemas que más preocupan no solo a los propietarios de negocios, sino a los constituyentes de diversos barrios”.
Burgos es también muy consciente del problema del crimen en su distrito. Los casos de asesinatos sin resolver, incluyendo la muerte de su tío, en 1994, le impulsaron a organizar la Asociación de Comerciantes Dominicanos (Dominican Grocers’ Association) junto a varios miembros de su familia, un grupo que ahora está muy involucrado con el gobierno de la ciudad y las elecciones locales.
“La policía tuvo muy poca interacción con los familiares de los asesinados”, explicó Burgos, recordando el caso de su tío. “Así que nosotros mismos empezamos a hacer preguntas por el barrio y a organizar a otros propietarios de comercios y bodegas”.
Como representante estatal, Burgos pretende “trabajar en estrecha colaboración con el departamento de policía”, y añadió que cree que los jefes de policía de su distrito están “haciendo un trabajo decente a la hora de acercarse a la comunidad, ayudando a los residentes a sentirse más cómodos y a solucionar los problemas de calidad de vida en sus barrios”.
“Necesitamos asegurar que el departamento de policía tiene los recursos adecuados y que nuestras comunidades se sienten cómodas hablando con las fuerzas del orden, de manera que podamos resolver los crímenes que ocurren en nuestra comunidad”, dijo. “Esa idea de que nadie oye o ve nada cuando ocurre un crimen… necesitamos romper las barreras”.
La epidemia de opioides es un problema que se ha manifestado en varios vecindarios del Norte de Filadelfia y ahora los funcionarios de la ciudad están impulsando la polémica idea de permitir que la iniciativa privada implemente los llamados lugares de atención integral al usuario (CUES, por sus siglas en inglés), también llamados “lugares de inyección seguros”, para solucionar esta crisis. Estos lugares ofrecen un espacio para que los adictos traigan sus propias drogas y se las inyecte personal médico cualificado, con el fin de prevenir sobredosis.
Ya que muchas secciones del Norte de Filadelfia son consideradas áreas potenciales para ubicar estos centros, Burgos dijo que es vital “escuchar a los vecinos que viven cerca y ofrecerles un espacio de debate donde puedan expresar sus preocupaciones”.
“Debemos escuchar a nuestros vecinos”, dijo Burgos. “A las personas que residen realmente en nuestra comunidad, no a la gente que viene de fuera para decirnos su opinión sobre lo que es bueno o malo para una comunidad en particular”.
Burgos urge a los residentes de su distrito a que se comprometan con las políticas que les afectan.
“Involúcrese en aquello que le importa, como comunidad, como ser humano”, dijo Burgos. “No deje que otros le dicten su futuro”.
Cuando se le preguntó a Burgos por sus ambiciones (políticas) más allá de ser representante del 197, respondió: “Voy a intentar concentrarme simplemente en ser el mejor representante estatal que este distrito haya visto jamás”.
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