A veces las afirmaciones vienen disfrazadas de omisiones. Tal fue el caso de las declaraciones de la consejera del presidente Trump, Kellyanne Conway, en una entrevista con Fox & Friends, en la que, si bien no dijo de frente “voten por Roy” tampoco dijo que no lo hicieran.

La vocera decidió irse por las ramas al responder preguntas sobre el candidato al senado quien es objeto de múltiples acusaciones por conductas sexuales inapropiadas con niñas menores de edad.

Conway prefirió atacar al candidato demócrata en Alabama, Doug Jones a quien calificó de “liberal doctrinario” que no representa a sus conciudadanos. Al ser interpelada sobre si la Casa Blanca estaría respaldando la candidatura de Roy Moore, Conway de nuevo respondió con evasivas y afirmaciones contrarias, demostrando que el presidente Trump necesita los votos en el Senado y que Jones sería demasiado liberal para el puesto, transformándose en una piedra de tranca para los proyectos republicanos, según analiza el Washington Post.

Si bien varios integrantes del partido republicano han insistido en que Moore debería retirarse de la contienda, la Casa Blanca no ha dejado clara su posición, aunque la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders insistió en que “el presidente cree que no podemos permitir que un mero alegato – en este caso, uno de hace mucho tiempo – destruya la vida de una persona”.

Y es que en la política, no criticar abiertamente es estar a favor de manera tácita.

Mientras Moore insiste en negar las acusaciones y desacreditar los alegatos en su contra – tildándoles de una maraña política demócrata – el partido Republicano se ve atrapado entre el “deber ser” de la moral estadounidense y las necesidades legislativas del presidente.