El Gobierno brasileño aseguró hoy que la
producción de biocombustibles no encarecerá los precios de las
materias primas agrícolas, en la apertura de la segunda "cumbre del
etanol", que discutirá durante tres días los desafíos de esa
industria ante la crisis mundial.

"El etanol no puede ser el chivo expiatorio del fracaso de
organismos internacionales, porque la producción y la utilización
del etanol no fueron y no serán responsables por los precios de las
materias primas agrícolas", dijo la ministra de la Casa Civil
(Presidencia), Dilma Rousseff, en inauguración del encuentro en Sao
Paulo.

Rousseff destacó que, en el caso de Brasil, los biocombustibles
"son los grandes responsables" para alcanzar el 46 por ciento de uso
de energía renovable en la matriz energética actual.

El promedio mundial de uso de energía renovable en la matriz
energética es del doce por ciento.

"En 2008 el uso de etanol superó al de la gasolina en la flota de
automóviles y así constatamos innovaciones que van desde el consumo
de agua en la producción hasta el automóvil 'flex fuel'", subrayó la
ministra.

Brasil cuenta con una flota de más de siete millones de
automóviles "flex fuel", que permiten la combustión con etanol,
gasolina o la mezcla de ambos. Además, el alcohol carburante es
mezclado obligatoriamente en hasta un 25 por ciento a la gasolina
fósil.

"En estos 30 años, con el uso del etanol, dejamos de emitir 850
millones de toneladas de gas carbónico", aseveró.

En el cierre de la primera jornada de debates, el ex presidente
estadounidense Bill Clinton afirmó, sin embargo, que Brasil debe
demostrar que su producción de etanol no destruye la selva
amazónica, como apuntan críticos del biocombustible brasileño.

"Si aceptamos la ayuda para resolver nuestro problema (de
emisiones de gases) podemos empeorar el problema con la
deforestación en Brasil, ¿entonces qué se ganaría? Si Brasil
demuestra que cultivar caña no destruye ecosistemas tendrá el apoyo
de todo el mundo", comentó Clinton en un congreso mundial de etanol.

Clinton también defendió el aumento del comercio de créditos de
carbono, en especial de países como Estados Unidos y Brasil que,
paradójicamente, comparten el liderazgo de producción de
combustibles "limpios", pero están entre los principales emisores de
gases.

El segundo congreso mundial de etanol, que sigue al realizado en
2007 también en Sao Paulo, debate los desafíos de ese biocombustible
en medio de la crisis global.

Durante tres días, decenas de representantes de los gobiernos,
del sector privado y especialistas técnicos del área discutirán los
alcances y retos del etanol como fuente de energía renovable y
"limpia".

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, envió un
mensaje grabado en vídeo en el que defendió la producción mundial
del etanol e invitó a los demás países a asumir su responsabilidad
para disminuir los efectos de las emisiones de gases a partir de los
biocombustibles.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en tanto, ratificó
su empeño para ayudar a los países latinoamericanos a implantar
marcos de regulación en el área de los biocombustibles, mientras que
el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES)
de Brasil dijo que aumentó su línea de financiación para el sector.

El titular del BNDES, Luciano Coutinho, comentó que entre enero y
abril se desembolsaron 3.200 millones de reales (unos 1.600 millones
de dólares) para el sector, 36 por ciento más que en el mismo
período de 2008.

El gobernador de Sao Paulo, José Serra, quien también intervino
en la primera sesión, apuntó que el potencial del sector para
generar energía a partir de la biomasa de la caña de azúcar (etanol
de segunda generación) en 2012 es del 56 por ciento de la capacidad
de la hidroeléctrica binacional Itaipú, la mayor del mundo en
operación.