Con el propósito de "servir mejor a las
necesidades de la población hispana de todo el país", la Asociación
Nacional Latina de Salud Mental (NLBHA), que hasta ahora
tenía su sede en Colorado, se mudó permanentemente a Washington DC.

Durante el anuncio hecho hoy, el doctor Guillermo Brito, director
ejecutivo de esa organización, dijo que aunque el 16 por ciento de
la población de Estados Unidos es de origen hispano, y aunque los
latinos constituyen el mayor grupo minoritario, sólo el uno por
ciento de los profesionales de salud mental son latinos.

Por eso, esta organización no lucrativa fundada en 2000 decidió
en mayo pasado dejar su sede en la localidad de Berthoud (al norte
de Denver) para trasladarse a la capital del país, desde donde
continuará con sus actividades, incluso la capacitación de
traductores especializados en temas de salud mental.

La sede original de NLBHA se estableció en Berthoud, explicó
Brito, debido a que allí residía A. Marie Sánchez, la primera
directora ejecutiva de la organización y ahora supervisora de los
programas de traducción.

Brito considera que al operar desde Washington, NLBHA tendrá
mayores oportunidades para interactuar directamente con quienes
deben tomar decisiones a nivel federal sobre presupuestos y
subsidios para programas de salud en general y de salud mental en
particular, especialmente para grupos minoritarios.

"Nuestra meta es llegar a ser una verdadera voz nacional con
respecto a los temas de salud mental de los latinos. El estar en
Washington nos dará la oportunidad de ser parte directa de la
conversación", expresó el director.

Otra ventaja será la de coordinar esfuerzos con otras
organizaciones nacionales dedicadas a promover la salud de los
hispanos y de participar en conjunto de proyectos de capacitación y
de investigaciones con el propósito de "obtener soluciones y hacer
que se escuche la voz de los latinos".

El inicio del debate sobre una reforma al sistema médico de
Estados Unidos sirvió de incentivo adicional para establecer la
oficina permanente en Washington, dijo Brito.

Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados
Unidos, menos de uno de cada once hispanos con problemas de salud
mental consulta a un profesional de la especialidad, y menos de uno
en cinco habla del tema con su médico de cabecera.

La misma agencia sostiene que los hispanos nacidos en EEUU
presentan más problemas de salud mental que los hispanos
inmigrantes. A la vez, unos y otros aceptarían consultar con un
profesional si el tratamiento fuera culturalmente ajustado a sus
necesidades.