Quien diga que los rencores pasan nunca fue despedido por Donald Trump por cumplir con su trabajo.

James Comey, ahora ex director del FBI, ha dedicado los meses siguientes a su despido por el presidente Trump a redactar sus más detalladas impresiones de su relación con el magnate.

En 290 páginas tasadas en 30 dólares por la editorial Flatiron Books, Comey describe la presidencia de Trump como un “’fuego forestal’ que le está causando un serio daño a las normas y tradiciones del país”, explica el New York Times.

“Este presidente es poco ético, desconectado de la verdad y de los valores institucionales”, escribe Comey. “Su liderazgo es transaccional, movido por el ego y centrado en la lealtad personal”.

Y nadie mejor que Comey para detectar este tipo de conductas en líderes, después de haber dedicado el principio de su carrera a desmantelar la red criminal de la mafiosa familia Gambino.

De hecho, para Comey, el presidente Trump es bastante parecido a un jefe de la mafia.

Después de una reunión en febrero del 2017 dentro de la Casa Blanca con Trump y el entonces jefe de personal, Reince Priebus, Comey describió: “"El círculo silencioso de asentimiento. El jefe en completo control. Los juramentos de lealtad. La cosmovisión de nosotros contra ellos. La mentira sobre todas las cosas, grandes y pequeñas, al servicio de algún código de lealtad que pone a la organización por encima de la moralidad y por encima de la verdad ".

Según recapitula The Guardian, quien tuvo acceso al libro, Comey escribió: "Están tratando de hacer de cada uno de nosotros una 'amica nostra' - un amigo nuestro. Para atraernos. Por loco que parezca, de repente tuve la sensación de que, en un abrir y cerrar de ojos, el presidente electo estaba tratando de hacernos a todos parte de la misma familia ".

Asimismo, el ex director recuerda la célebre solicitud de lealtad del presidente durante una cena en la Casa Blanca en enero del 2017, y reflexiona: "En mi opinión, la demanda fue como la ceremonia de la Cosa Nostra de Sammy the Bull, con Trump en el papel del jefe de la familia, preguntándome si tengo lo que se necesita para ser un 'hombre hecho'".

Comey no puede evitar insistir en las similitudes entre Trump y un Padrino: “La deshonestidad, escribe, era central ‘para toda la empresa del crimen organizado en ambos lados del Atlántico’, y también lo eran la intimidación, la presión de grupo y los rasgos de repulsión grupal compartidos por Trump y compañía, sugiere, y ahora infectando nuestra cultura,” continúa el Times.

La relación entre Comey y Trump nunca ha sido la ideal. Desde que fuera juramentado como presidente, Trump intentó acercarse al director del FBI a través de estrategias muy distantes del gobierno tradicional estadounidense.

Fue la investigación que llevaba a cabo Comey sobre la injerencia rusa en asuntos internos lo que desató un efecto dominó que se llevó por delante al director de Seguridad Nacional y que le costó su propio puesto.

Ahora, el presidente sufre las consecuencias con una investigación independiente que le pisa los talones, y con la publicación de un libro que será la comidilla para los anti-trumpistas y una alarma definitiva para los que temen por la estabilidad constitucional del país.